| Entrevista | Héctor García Robles |
«Practico la lucha leonesa porque me gusta, no sólo para ganar siempre»
«Deberíamos esforzarnos más para extender esta práctica supuestamente machista a la participación de las chicas. Todo el mundo puede participar de este deporte y esta cultura»
Vencedor del Trofeo a la Regularidad (Liga de Verano) en 1997, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003,2005, 2006 y 2007. En su haber ya 10 títulos de Campeón provincial: los de los años 1997, 1998, 1999, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007. 8 de Campeón de Campeones: 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2005, 2006 y 2007. Su participación en los campeonatos europeos de las llamadas Luchas Celtas constituye apartado especial: Llega a ellas en los primeros «Espoirs» (sub-21) de 1996, con Toño García de Santibáñez como preparador. El equipo leonés fue 2º en esa aventurada incursión y Héctor el mejor en la modalidad escocesa (back-hold). Vencedores los leoneses en el XI Campeonato absoluto de Europa, 2001, Quimper (Bretaña), Héctor, que es responsable de la preparación de nuestro equipo, resulta también mejor luchador en back-hold. En Ollolai (Cerdeña) 2003, XII Campeonato de Europa, los leoneses, con Héctor luchando en peso superior al suyo, son segundos. Campeones de nuevo en Landerneau (Bretaña) 2005, Héctor primero en las dos modalidades, y segundos en La Pola de Gordón en 2007, el de Campohermoso proclamado mejor luchador del Campeonato. -Un gran palmarés... -Hasta el último año de juvenil no gané gran cosa, algún corro¿después ya un campeonato provincial juvenil en medios y en pesados¿ -Incluso se puede hacer memoria de cómo podía ser de dura la derrota, especialmente en ciertas condiciones... -Había una chica, Leire Iglesias, de Valporquero de Rueda, hermana de Unai. Luchaba mucho, hacía judo (fue campeona de España), nos sobábamos bien¿y me tiraba más que yo a ella. En la mentalidad de aquel tiempo no era de extrañar que al llegar a casa y contarlo te dijeran: Pero ¿cómo te va a tirar una chica?. Pero a la vez pude contar con quien me entrenaba y no me dejaba desanimar, como mi tío, Gerardo de Campohermoso¿quienes me enseñaron todo. -En su familia siempre hubo luchadores y además de «mamarlo» en casa, cuando iba al pueblo, recuerda orgulloso «yo tenía que ir con las vacas del abuelo a los prados, con otros chicos, como Jesús, con quien me agarraba y jugábamos, luchábamos». El papel que en su introducción, formación y logros en la Lucha ha desempeñado «El Elegante» no deja de ser reconocido por el aventajado discípulo: -Mi tío comenzó a exigirme ya de mayor; antes era yo quien quería seguir su modelo. -A la vez, lo que hoy se ha convertido en ámbito fundamental para la pervivencia y desarrollo de la Lucha, el club, tuvo un especial devenir para el de Campohermoso cuyo primer club no fue ese: -Antonio verduras nos reunió a un grupo de nuevos de juveniles que llegábamos con ganas, Manolín, Clemente, Licinio, Óscar Viñuela con algunos mayores ya consagrados como el propio José Antonio, Julio «El Helicóptero», «El Faraón»,¿y puso en marcha el club Los Leones, con el que fuimos campeones de la Liga de Invierno. -Un excelente luchador y si cabe mejor persona, Nacho el de Matadeón, suele decir que, con ser muy bueno, no diferencia a Héctor de otros luchadores una condición especial; si acaso la de ser, además, deportista. Ello supone la dedicación a la propia práctica deportiva, el entrenamiento, el cuidado y el espíritu, la mentalidad. -No creo que tampoco yo haga nada especial. Entreno, pero no entreno sólo para ganar. Me gusta el deporte. Me gustan todas las luchas y me gustan otros deporte que también he practicado. Y también he sido y he vivido como joven. También tengo mis excesos, aunque creo que dentro de una medida y sin que me apetezca alardear de ello. Creo que no debo decir que si pierdo es porque me pasé de juerga ni si gano decir que lo hago incluso habiéndome pasado. Prefiero callármelo. Y de todas formas creo que ahora la gente se está cuidando mucho más. -De las modalidades de luchas tradicionales en las que Héctor ha destacado de forma especial no duda en señalar: -Yo considero a esas otras modalidades de luchas tradicionales llenas de valor: aparte de los aportes y encuentros de cultura, todo el mundo que te encuentras en ellas tiene un gran carácter competitivo, cada vez con más preparación, y, ante ellos, con ellos, nosotros podemos evaluar nuestro nivel, mostrar nuestra condición, nuestra calidad. -Y de la ahora ya, felizmente, emergente Lucha femenina, estima el campeón: -Es una pena la poca integración. Deberíamos esforzarnos más para extender esta práctica supuestamente machista a la participación de las chicas. Todo el mundo puede participar de este deporte y esta cultura leonesa. No hay ningún problema para que las chicas se puedan integrar perfectamente igual que lo han hecho en otros deportes de contacto.