Kaká echa a la vieja guardia

El brasileño Izecson Dos Santos Leite Kaká (jugador de Milan) es desde ayer el mejor jugador del mundo. Ha alcanzado la cima con tan solo 25 años, pero lo curioso es que, cuando mira a ambos lados, sólo encuentra a dos chavales aún más jóvenes que él que puedan hacerle sombra. El argentino del Barcelona Lionel Messi, un chico de 20, sigue de cerca los pasos de Kaká y, un poco más abajo, se encuentra un portugués que juega en el Manchester United que apenas tiene 22 y que se llama Cristiano Ronaldo. La estrella más atípica de la historia del fútbol, la más empeñada en recordar su condición de seguidor de la Iglesia Evangélica, abandonará el año 2007 con todos los premios individuales posibles, entre los que destacan el Balón de Oro y el Onze de Oro. Con su equipo, el Milan, conquistó los tres grandes trofeos internacionales, la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y el Mundialito. La gala anual de la FIFA, que se celebró por cuarto año consecutivo en la Ópera de Zúrich, escenificó el cambio de ciclo. Los puestos de honor no han dejado ni rastro de la vieja guardia, de los cracks que han marcado las diferencias en el último lustro. De los Zidane, retirado a los 34 años, Lampard (29), Henry (30), Shevchenko (31) o del propio Cannavaro (34), que ayer cedió su cetro de mejor jugador mundial al mediapunta brasileño del Milán. De los jugadores que habían aparecido en el podido en las cuatro ediciones anteriores del FIFA World Player, el más joven fue el camerunés Samuel Eto?o, con 26 años, seguido de su compañero en el Barça el brasileño Ronaldo de Assís Ronaldinho, (ganador en 2004 y 2005), con 27. Vuelve la esencia del fútbol La nominación de Kaká como Mejor Jugador del Año recupera, para estos premios, la esencia del fútbol. El jugador que ha llevado al Milán ha lograr el triplete en el 2007 (Liga de Campeones, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes) es un futbolista de técnica exquisita y eminentemente ofensivo, todo lo contrario que Fabio Cannavaro, galardonado el año pasado por su trabajo en el eje de la zaga de la selección italiana campeona del mundo. Otra de los conclusiones que arroja la lista del FIFA World Player 2007 es el mal momento por el que atraviesa el fútbol español, huérfano de cracks que marquen las diferencias. El único español que estuvo entre los 28 jugadores que obtuvieron alguna nominación fue el delantero del Liverpool Fernando Torres, vigésimo sexto clasificado gracias a los tres votos otorgados por el seleccionador de Serbia, Javier Clemente, y a la nominación que recibió del seleccionador del Chad, O?Kalah Natoltiga. Este dato contrasta con la mayor presencia entre los mejores del mundo de futbolistas italianos (Pirlo, Cannavaro, Buffon, Gattuso y Nesta), ingleses (Gerrard, Rooney, Lampard y Terry), brasileños (Kaká, Ronaldinho y Junhinho), franceses (Henry, Ribery y Vieira), argentinos (Messi, Riquelme y Tévez), portugueses (Cristiano Ronaldo y Deco) o de procedencia africana (Droga, Eto?o y Essien). En cuanto a las mujeres, la delantera brasileña Marta se alzó por segundo año consecutivo con el premio a la Mejor Jugadora del Año, por delante de la alemana Birgit Prinz, ganadora en tres ocasiones, y la también brasileña Cristiane, futbolista revelación esta temporada. El argentino Sergio El Kun Agüero (Atlético de Madrid) fue reconocido como el mejor jugador del Mundial sub-20 disputado en Canadá, el alemán Toni Cross (Bayern de Múnich), como el mejor del Mundial sub-17 de Corea del Sur, y el brasileño Buru como el más destacado en la modalidad de fútbol playa. La FIFA también distinguió al FC Barcelona con el premio al Juego Limpio por su posicionamiento como «más que un club en el mundo» a través de su acuerdo de colaboración con Unicef, y el mítico ex futbolista Edson Arantes do Nascimento Pelé obtuvo el enésimo reconocimiento del máximo organismo del fútbol al recibir, esta vez, el premio Presidencial, por su labor incansable en la promoción del deporte rey. La anécdota la protagonizó Cristiano Ronaldo subió al escencario y cogió el segundop premio pese a que éste corespondía a Messi. La organización le obligó a devolver la copa a su auténtico propietario, cosa que no gustó a Ronaldo, convencido tal vez de que es mejor jugador que Messi.