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El Begar cae en Menorca, su isla maldita

El desacierto en el tiro y las pérdidas de balón en el último cuarto condenaron a los leoneses

El pivote Barnes, ayer uno de los más destacados, lanza a canasta tras superar a su par

Publicado por
Miguel Ángel Tranca - enviado especial | mahón
León

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Menorca sigue siendo una pista maldita para el Grupo Begar. Si hasta ahora lo era en la LEB camino de la élite ayer lo fue en la ACB. Y es que el guió para los leoneses volvió a repetirse en un choque en el que hasta el final tuvieron opciones de triunfo pero que, otra vez por la rémora de los fallos a canasta y las pérdidas de balón, fueron un lastre que no pudieron solventar. A pesar de que el salto inicial favoreció al Begar fueron los menorquines los que primero acertaron ante el aro rival. Hughes, con dos canastas seguidas, volteó el marcador iniciando un intercambio de canastas por uno y otro lado que hasta el 14-13 sonrió a los de Aranzana. Bien pertrechados en defensa y con ventaja a la hora de hacerse con los rebotes ni los errores ofensivos impidieron al Begar firmar el primer cuarto con tan solo un punto de desventaja. La segunda entrega antes del descanso apenas varió la dinámica. Eso hasta que Yáñez erraba dos lanzamientos y acto seguido Jesús Fernández situaba una renta de seis puntos a favor de los locales. La herida empezaba a preocupar y el técnico del Begar intentó suturarla cuanto antes con un tiempo muerto en el ecuador del cuarto. La tercera personal de Fernández parecía abrir nuevas perspectivas pero otro error en el triple que pudo igualar la contienda a 23 se tornaba en un 26-20 porque Bazdaric sí acertaba para los insulares. A partir de eso instante y hasta el intermedio el Menorca empezaba a encontrarse más cómodo. Varda, un pívot con buena mano desde la larga distancia, contribuyó a ello y a guiar a los de Casas hasta el descanso con un margen de nueve puntos (35-26). Los restantes diez minutos fueron otro cantar. Y ahí tuvo mucho que ver la charla que Aranzana dio a los suyos en el vestuario. Más concentrados, recuperando el dominio en la zona y con menos pérdidas de balón Bulfoni, Barnes y Urtasun se pusieron los galones de una reacción que, a pesar del atasco ante el aro de unos y otros, iba llenando el zurrón para el Begar hasta a 1'40 de sellar este periodo a sólo un punto 44-43. La mala noticia de la tercera personal de Carles marco quedó diluida con dos puntos de Thompson que tras muchos minutos situaban a los de Aranzana en franquicia, primero por un punto (44-45) y luego por tres (46-49) con los que se cerraba el cuarto. Ahora las perspectivas eran más halagüeñas aunque había que disputar diez intensos y frenéticos minutos más en los que los baleares salieron más enchufados. Tres errores en el pase propiciaron que los de Ricard Casas se pusieran hasta siete puntos por delante (56-49). De la ilusión se pasó a los nervios y ahí salieron mejor parados los locales. Aranzana pidió un minuto y sus instrucciones posibilitaron que la renta no se fuera más allá de los tres puntos. Todo estaba por decidir pero nuevamente los errores en el pase, hasta ocho en este periodo, hicieron que el margen fuera ya infranqueable. Agobiados por los segundos que restaban y por la presión de la defensa menorquina Bulfoni tuvo en su mano un triple que pudo cambiarlo todo. Pero no entró ni el rebote siguiente fue leonés. Y ahí el Begar selló su muerte ante un Menorca que tampoco demostró ser superior.