Portugal y España quieren unirse para organizar el Mundial 2018

José Saramago fue el último en entrar en uno de los debates que más gusta en Portugal. El escritor reclamó que la frontera más antigua del mundo debía ser derruida y defendió la unidad ibérica, el abrazo fraternal entre su país y España para crear una gran nación. Algunos lo llamaron utópico; otros, sobre todo en su país, no miraron mal la idea de su premio Nobel y unos terceros actuaron al rebufo del debate. Las ligas de fútbol profesional de los dos países han realizado una propuesta insólita hasta la fecha: la organización de un Mundial entre los dos países. Sería la segunda vez que una de las citas deportivas más importantes del mundo se partiera, como sucedió hace seis años en Japón y Corea del Sur. El presidente de la Liga Portuguesa de Fútbol Profesional (LPFP), Herminio Loureiro, como máximo responsable del campeonato luso consideró que sería «muy positivo» un Mundial para los dos países. Loureiro señaló que «el mercado ibérico es una realidad y son cada vez más las empresas portuguesas que trabajan en España, y viceversa». Además, los dos países cuentan con una gran ventaja: las construcciones sería mínimas. Es decir, la Fifa no se tendría que preocupar, como sucede en estos momentos en Sudáfrica, con que los recintos deportivos estén terminados en la fecha determinada. Estadios de sobra La anterior Eurocopa, que Portugal arrebató a España, permitió una reforma total de los estadios. La organización invirtió más de 600 millones en joyas arquitectónicas como el Estadio Municipal de Braga, los nuevos estadios Do Dragao de Oporto y Da Luz de Lisboa o el multicolor campo de Aveiro. Serían necesarios unos pequeños recortes e invertir en seguridad. España por su parte cuenta en principio con cinco estadios cinco estrellas de la Uefa: Camp Nou, Montjuic, La Cartuja, Vicente Calderón y Santiago Bernabéu. Sin embargo, que cuatro estadios estén en dos ciudades hará desechar alguno de ellos. El precedente, Japón y Corea Como en el caso de Corea del Sur y Japón o Austria y Suiza, este proyecto haría que España y Portugal acogieran 16 equipos cada uno separados en cuatro grupos. Además, y continuando con los últimos precedentes, el partido inaugural y la final será en países diferentes. Pero todo esto es, de momento, unas ideas que las ligas profesionales han planteado en voz alta. Quienes tienen que dar el paso adelante son las federaciones. El presidente de la Portuguesa, Gilberto Madail, ya mantuvo los primeros contactos con los responsables de la Federación Española de Fútbol (FEF) para tantear la predisposición del organismo que preside Ángel María Villar. Por el momento, la idea se ha recibido con agrado, con el objetivo de que se estudie más a fondo el proyecto que podría convertirse en una realidad.