Baloncesto | Liga ACB
El Begar enseña ante Iurbentia su peor versión
Los leoneses pagaron con una derrota su mal inicio y la posterior incapacidad para reaccionar
El Begar sigue enfermo y lo que es peor, parece que no ha dado con el medicamento adecuado para sanar. Ayer, después de hacer borrón y cuenta nueva respecto a la primera vuelta en la que sólo había cosechados tres triunfos, tenía una oportunidad de oro para iniciar su escalada. Pero una cosas es el querer y otra el poder. Aunque los leoneses sabían que la empresa no era nada fácil su idea inicial era la de jugarle de tú a tú a los de Vidorreta. Pero su falta de intensidad en defensa y los continuos errores ante el aro fueron una losa que les acompañó a lo largo de todo el envite. Así, la canasta inicial de Marcelinho Huertas encontró como respuesta la de Bulfoni. Primeras tablas en el marcador que ya no volvieron a verse. No obstante los cinco primeros minutos fueron bastante parejos con ventajas locales que no superaban los cuatro puntos. Tuky y Hughes eran los encargados de dar respuesta a Huertas, Rancik y Recker, ayer con la mano bastante caliente desde la línea de tres puntos. Pero la gasolina de los de Aranzana empezó a escasear en ataque y ahí el Iurbentia demostró las cualidades que le han llevado a transitar en los puestos de privilegio de la tabla. Con 19-11 la luz de alarma empezaba a encenderse para el Begar que no encontraba ni posiciones cómodas ni cuando lo hacía la suficiente puntería para evitar que la herida fuera mayor. Recker fue el encargado de matar los primeros diez minutos con un triple (28-13). Mientras existe vida es posible la esperanza y eso pensaron los leoneses aunque su realidad fue bien distinta. Ni con Huertas sentado en el banquillo el juego varió ostensiblemente en la segunda entrega. Pasalic ya lo dejó claro con el 30-13. Ni las dos canastas consecutivas de Bulfoni y el aceptable papel en defensa de Thompson fueron suficientes. Tampoco los tiempos muertos solicitados por Aranzana, dos consecutivos. Ayer no era el día. Ni la defensa individual ni la zona daban sus frutos. Eso llevó a una desventaja de 13 puntos que se elevó a 16 tras una canasta de tres de Salgado que aprovechó un error en el pase entre Urtasun y Marco a seis segundos del descanso. Sólo quedaba un milagro pero ayer La Casilla no era escenario para ello. Y menos si los tiradores del Iurbentia tienen un gran día. Salgado, con tres triples consecutivos y Paco Vázquez se bastaron para cortar cualquier intento de remontada. Incluso el déficit superó la barrera de los 30 puntos. El partido estaba ya muerto con el 74-46 con el que se cerraba el tercer capítulo. Restaba uno con la única incerdidumbre de cuantos puntos iba a necesitar la herida leonesa. Y es que el gesto de Aranzana en el banquillo lo decía todo. Cabizbajo veía como su equipo deambulaba sin atisbos para sacar a flote el choque. Un triple cambio de Thompson, Otegui y Bulfoni intentó lo imposible pero el Iurbentia, cómodo con su juego, dejó claro que no iba a dejar escapar la oportunidad para lucirse. Eso convirtió los últimos diez minutos en un correcalles en el que no obstante se vieron canastas espectaculares, pero improductivas por parte del Begar, que cerró su pulso en La Casilla con una nueva derrota, esta vez por 90-70.