«Sí se puede», grito de esperanza

«Juntos sí se puede». Ese fue ayer el grito de guerra que entonaron los miles de aficionados que se dieron cita en el Palacio de Deportes para animar al Begar en su trayecto hacia la permanencia. Y el grito, arropado con numerosas pancartas, tuvo su mejor recompensa con el triunfo ante el Gran Canaria. Fue la eclosión de una alegría que se dejó esperar durante casi dos meses. Pero la espera mereció la pena y ayer niños, jóvenes y mayores pudieron irse para casa con el sabor dulce de un triunfo que devuelve a todos la esperanza, mejor dicho, la refuerza ya que la grada nunca ha perdido la ilusión en un equipo que ayer le hizo pasar por momentos de euforia, de angustia y de incertidumbre que desembocaron en un premio que supone para el Begar recuperar la senda positiva. Desde el palco donde el presidente Emilio Fernández vivió con intensidad el encuentro junto al subdelegado del Gobierno Francisco Álvarez, la edil de Deportes Natalia Rodríguez, el vicealcalde Javier Chamoro y el responsable provincial del área José María López Benito, hasta la grada donde las pancartas de apoyo al Begar fueron numerosas, todos remaron en la misma dirección, la del apoyo incondicional a una causa que ayer demostró que tiene tras de sí un valor incuestionable, mantener al equipo en la élite. Al Palacio también acudieron una treintena de seguidores del Kalise y el representante del colectivo arbitral, Junyent, que pudieron comprobar cómo la marea roja del Begar arropa al equipo, sea cual sea el resultado, porque su corazón es y será de un club que hace grande a este deporte.