Diario de León

El Begar gana un partido angustioso en el segundo final (83-81)

Urtasun firma con una canasta postrera el triunfo del Begar ante el Kalise que le devuelve la ilusión Los entrenadores: Aranzana |

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Tocaba ganar para seguir vivos en la ACB y ayer el Begar hizo los deberes. Aunque con cierto sufrimiento y ante un equipo con muchos argumentos, los leoneses echaron mano a la casta y el orgullo para ofrecer a la afición y a sí mismos un triunfo que les devuelve la esperanza y acaba con 50 días de sequía. Fue un camino en el que el sufrimiento también estuvo presente. No en vano los de Aranzana llegaron a liderar el choque por 15 puntos aunque a poco más de medio minuto el marcador reflejaba empate a 81. Y ahí surgió la mano salvadora de Txemi Urtasun que a dos segundos del final llevaba el delirio a las gradas, y también la ilusión, con el 83-81. Si la necesidad agudiza el ingenio ayer el Begar pronto se aplicó para sacar rendimiento a sus virtudes. Ni el 0-3 inicial de Marcus Norris influyó en el ánimo de los leoneses que de la mano de Tuky Bulfoni lograban abrir brecha en el electrónico. En la zona, los pívots locales Lamont Barnes y Rick Hughes imponían su jerarquía ante Jim Moran y Kornel David, situación que posibilitó el primer margen importante (17-8). En apenas cinco minutos el Begar ya contaba con nueve puntos que supo administrar a la perfección hasta el final del primer cuarto (27-16). Sólo el juego de perímetro de los canarios evitó que la herida fuera mayor. Con sólo 16 puntos en contra el Begar había demostrado que en la defensa podía construir buena parte de su éxito. Y en ese argumento se asentó en los minutos iniciales del segundo cuarto. Bulfoni, soberbio en el tiro, Urtasun, Otegui y Barnes lograban elevar la distancia entre leoneses y canarios a los 15 puntos (36-21, 38-23 y 41-26). Ahí llegó su tope porque el Kalise, sabedor que en el juego interior tenía todas las de perder, centró todos sus esfuerzos en el acierto de sus tiradores. Y ahí English, Víctor Baldo y Sergio Pérez con dos triples cada uno empezaron a reducir distancias hasta situarse a solo un punto (49-48) tras una acción del propio Baldo. Menos mal que Barnes, a escasos segundos del descanso, ponía el 51-48. De ir 15 puntos arriba a sólo tres el panorama había cambiado radicalmente de cara a los últimos 20 minutos. Además, los locales, con un banquillo diezmado, se encontraban con un jugador como Evans con tres personales al que pronto iban a acompañar Rick Hughes y Juanjo Bernabé, en este último caso incluso con una más cometida a 5'45 de cerrar el tercer cuarto. Pero el Begar no estaba dispuesto a ver como su coraje y entrega se iban a ir de vacío. Hughes así lo dejó patente en un dos más uno colocando nuevamente seis puntos de margen. Bien defendido Bulfoni, a sus compañeros parecía que el balón empezaba a quemarle en las manos y más aún su soltura a la hora de intentar acertar con la canasta. El Kalise, supo sacar partido a esta circunstancia logrando empatar el pulso a 56 con un triple de English y a continuación situarse con dos puntos de ventaja. A partir de ahí el intercambio de canastas fue el guión que se vivió sobre la pista del Palacio de Deportes en el que ninguno de los dos contendientes lograba más de dos puntos de respiro. El Begar fue el que se llevaba el gato al agua (64-62) a la espera de los diez últimos minutos. No pudo empezar mejor esta última entrega del choque para los de Aranzana. Una canasta de Evans a la que siguió un triple de Bulfoni puso el marcador en un esperanzador 69-62 a seis minutos del final. Bajo el grito de «Si se puede» el Begar mantuvo el control transitando con cuatro puntos de ventaja, en gran medida por la ineficacia de los de Salva Maldonado que si bien habían retornado al partido con ímpetu debido a su juego exterior su atasco anotador les llevó a mirar el electrónico con ocho puntos por debajo (74-66) después de una canasta de tres de Carles Marco. Los leoneses estaban lanzados y ni Sergio Pérez ni Víctor Baldo lograron ponerle freno. A partir de ahí el Begar debía serenar los nervios y mirar los minutos que restaban, algo más de tres, con la cabeza fría. Aranzana apostó fuerte y puso sobre la pista a los dos bases para evitar que un posible descontrol en el juego echara por tierra todo el trabajo. Con 77-76 Norris tuvo en sus manos la remontada pero falló por dos veces. Bulfoni no y el Begar se fue, con un tiro libre convertido por Hughes al 80-76. Baldo respondió con un triple situando el pulso en un incierto 80-79. En la jugada siguiente Bernabé acertaba uno de los tiros de personal y Pérez empataba en la acción de ataque del Kalise a 81. Aranzana pidió un tiempo muerto. Con una veintena de segundos por delante en su tejado estaba la solución y esta vez los leoneses no fallaron. Urtasun fue el ejecutor con una penetración que llevó el delirio a la grada del Palacio. La cara es el mejor espejo del alma y ayer la de Gustavo Aranzana mostraba la alegría característica de un técnico que vio como el trabajo de toda la semana obtuvo su recompensa. Precisamente las primeras palabras del técnico tuvieron como destinarios a los jugadores «que han sido capaces de abstraerse mentalmente de una situación muy difícil» y a una afición «que llevaba mucho tiempo animándonos y que no recibía contraprestación alguna». Respecto al encuentro, Aranzana alabó el buen hacer de los primeros 15 minutos. «Jugamos cuarto y medio de manera muy brillante hasta que nos empezó a afectar el cansancio. No obstante el tercer y cuarto periodo fue bastante equilibrado aunque sin perder nunca la ventaja. Hemos jugado bien ante un gran equipo y demostramos que este equipo sigue muy vivo y que va a luchar hasta el final por mantener la categoría». Para el técnico de los leoneses, «esta victoria nos sabe a gloria aunque hay que seguir trabajando. Estoy seguro que el Gran Canaria tenía apuntado en su libreta que nos iba a ganar pero en la ACB no hay rival ni pequeño sobre el que se pueda pasar por encima ni grande imposible de superar. Ellos han hecho su trabajo pero se han encontrado con un Begar que ha sabido sufrir y tener la sangre fría en los momentos claves». So bre la grada Aranzana aseguró que «con su apoyo vamos a salir adelante. El público ha demostrado esta vez como siempre lo ha hecho, que está comprometido con nuestra causa. Han estado soberbios. Es difícil jugar en un campo donde la afición está en contra y sencillo cuando está a tu favor. En nuestro caso ocurre lo segundo y eso es digno de alabar. La grada es nuestro mejor jugador y si hasta ahora no les hemos proporcionado muchas alegrías vamos a intentar que todo cambie». Aranzana se refirió a los refuerzos esperados para el equipo. «Yo me dedico a trabajar con lo que tengo. Bien es cierto que necesitamos jugadores máxime si las lesiones son un inquilino habitual. Creo que van a llegar pero el mercado está así. Para mí lo mejor es que existe una unión en el vestuario que trabaja por un mismo fin, la per manencia», apostilló. Escolta Base Base

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