El invierno ruso recibe al Ademar Un ruso que quiere ser profeta en su tierra

El frío del invierno ruso saludó ayer al Ademar en su reencuentrocon la máxima competición continental. Después de un maratoniano viaje que se iniciaba alrededor de las cinco de la mañana en el aeropuerto de Málaga, el equipo leonés iniciaba un periplo de casi doce horas que les llevó del cálido Sur español al frío ruso, pasando por el aeropuerto de Madrid-Barajas, donde por cierto las temperaturas eran también bajísimas. Tras doce horas de viaje la expedición leonesa tomó tierra en un aeropuerto en las cercanías de Moscú para luego dirigirse a Chekhov en autobús. Lógicamente y después de la paliza, el técnico ademarista, Jordi Ribera decidió con buen criterio posponer el entrenamiento y la toma de contacto con la pista del rival para hoy jueves. Pese el cansancio. el equipo llega a tierras rusas con la mochila llena de moral después del brillante triunfo en la Liga Asobal ante el Antequera, uno de los gallitos de la competición española que ya ha hecho doblar la rodilla a más de un grande. Precisamente, el técnico del Ademar, Jordi Ribera, reconocía ayer que esa victoria ante los malagueños había dado al equipo un plus extra «de optimismo y de confianza» para afrontar mañana el partido ante los rusos del Chekhovskie. «El equipo me gustó, creo que transmitió buenas sensaciones», manifestó Ribera deseoso de que esas buenas sensaciones vuelvan a aparecer en la jornada de mañana. En lo que se refiere a la plantilla, Jordi Ribera sólamente tiene la baja de Mateo Garralda, que tiene aún por delante un par de semanas para reponerse de la rotura muscular que sufrió en una pierna durante la disputa de la Copa Asobal. También están ligeramente tocados dos jugadores: el extremo luso Ricardo Costa y el portero croata Mirko Alilovic. El primero sufrió una elongación muscular durante el partido contra el Antequera y el segundo arrastra algunos problemas de espalda que no le permiten estar al cien por cien. En todo caso parece muy improbable que alguno de los dos pueda ser baja para el choque de mañana. L leva media vida en el Ademar y es ya toda una institución en el club leonés. El extremo ruso Denis Krivoshlykov conoce a la perfeccción al Chekhovskie ruso. No en vano, este equipo conforma el grueso de la selección rusa de balonmano que dirige Maximov la que Krivoshlykov sigue siendo santo y seña a pesar de su veteranía. «Conozco muy bien a todo el mundo aquí», comentaba ayer con una sonrisa. El extremo ruso ademarista cree que el equipo está perfectamente capacitado para iniciar esta segunda fase de la Liga de Campeones con una victoria y para conseguirlo esbozó los aspectos en los que, a su juicio, debe hacer especial hincapie el Ademar mañana. «Tenemos que controlar bien todo el partido si queremos ganar. No dejarles que ellos marquen el ritmo. El Chekhovskie tiene una muy buena defensa, muy dura y tres o cuatro jugadores de dos metros. Ellos siempren defienden bien y nosotros tenemos que estar también duros en defensa». También espera que los buenos tiradores que tienen los rusos no tengan un buen día y si lo tienen que la defensa leonesa lo minimice.