La cuesta de enero ya es historia

El partido que disputó la Deportiva en Palencia dejó motivos sobrados para pensar que el peor momento de la temporada ha quedado atrás. La llamada «cuesta de enero» ha sido en realidad un compendio de desgracias de todo tipo, a las que también se unió, porqué no reconocerlo, un mal momento de forma en la práctica totalidad de la plantilla. Es muy posible que, además de las muchas lesiones con las que los blanquiazules empezaron el año en curso, también tuviera que ver aquella victoria tan sufrida y quizá tan celebrada por ello, ante el Real Unión, en el último partido del año pasado. Aquel día se distanciaba a los irundarras, que ocupaban la quinta posición, en doce puntos y quizá esa ventaja llevó a una excesiva relajación a los bercianos. Incluso Amaral les premió con unos días de vacaciones adicionales, lo cual también pudo distorsionar una realidad que abarca diez meses de competición y no sólo el primer tramo de liga. Por suerte, el equipo parece haberse reencontrado consigo mismo. Es verdad que el Palencia no atraviesa por un gran momento y de ahí que ganar en La Balastera sea más fácil de un tiempo a esta parte. Sin embargo, ya se vio a un equipo berciano mejor pertrechado atrás, quitando algo de incertidumbre en el arranque del partido. En la disposición de Amaral se detectaba bastante sentido común y aunque cada uno de los aficionados ponferradinos tendrá una alineación ideal en su mente, la que presentó el técnico en Palencia estaba bastante equilibrada. Con matices. Equilibrio sobre la hierba Podría esgrimirse que dejar a dos laterales diestros en el banquillo para dar entrada a un interior en su puesto, no parece lógico. Teo dejó en la suplencia a Pepe y Aitor, que al final terminaron ocupando la banda entera al suplir a Fran y al propio Teo. Pero el entrenador canario aprovecha la polivalencia de sus futbolistas. Mantecón es la mejor noticia para el míster porque juega de todo. Y además, la inclusión de Sergio permite sacar a Rubén Vega de la punta, donde baja mucho sus prestaciones. Rubén no es un goleador nato. Lleva tantos goles porque tira los penaltis, pero no es un especialista, como ocurre con De Paula o Irurzun. Rubén hace daño entrando desde los costados y sorprendiendo desde la media punta, e incluso sirviendo balones a los puntas, pero nunca ocupando él esa demarcación. Y sobre Ernesto, poco más que añadir. Jugará cuando tenga que jugar y que Amaral decida el instante, como ha decidido darle descanso a Marco. Vendrá bien...a ambos.