El m odesto Bolton echó ayer abajo todos los pronósticos y se creció en el Reebok Stadium donde, en un alarde de empuje y tesón, sorprendió con una victoria por 1-0 a un Atlético de Madrid que en cuestión de tres minutos cavó su propia tumba,
por el «Kun» Agüero que fue expulsado, al parecer, por insultar o hacer un gesto despectivo a un juez de línea. Desbaratando apuestas y alentado, quizá, por los bramidos de un Reebok Stadium que por primera vez en la temporada conseguía llenarse, fue el Bolton, el anfitrión humilde y pequeño que quería, tan sólo, divertirse, el conjunto que asumió de forma clara las riendas en los primeros minutos de enfrentamiento. Frente al arranque británico, el Atleti, con una formación que no difirió mucho de la empleada por Aguirre en El Sardinero, en Santander, el pasado domingo, esgrimió un juego plano y descafeinado con el que no logró mandar sobre el campo.