La Cultural domina pero no encuentra su recompensa

El Guadalajara hizo lo que debía. Tenía muy claro lo que se jugaba, que la afición no estaba satisfecha con el nivel mostrado en los últimos choques y que el descenso, aún lejano, es algo que convenía olvidar cuanto antes. Delante tenía un rival henchido de confianza, con dos victorias consecutivas y con la obligación de vencer para recuperarse y entrar en los puestos de cabeza, los que dan derecho a jugar la fase de ascenso a la categoría de plata. Así se presentaba un partido en el que los puntos eran casi cuestión de vida o muerte. Y perdió la Cultural, pese a que dominó. Tanta tensión había sobre el campo que durante los primeros minutos ninguno de los dos quería asumir el juego, ninguno quería llevar el mando aunque el Guadalajara, por eso de actuar como local, debió tener más el peso ante una Cultural que, con el paso de los minutos, marcó su juego con la seguridad de estar bien atrás y salir a las contras, sin despreciar las pelotas paradas. Precisamente las dos primeras llegadas fueron de los leoneses, con un córner y una falta lateral con muy poco peligro para Sanmiguel aunque éste se confío en una de ellas. Fue un primer cuarto de hora anodino, sin ocasiones, sin llegadas, con dos bloques intentando imponerse pero con muy poco más. Menos mal que, para el espectador, se acabó el descontrol con el golpe de autoridad de los alcarreños tras esos minutos extraños. Los de casa fueron mejores desde el cuarto de hora. Comenzaron a enlazar jugadas y a calibrar a una Cultural que les dejaba para volcarse en rápidas contras que tampoco creaban excesivo peligro. Así llegó la primera ocasión clara de gol de los locales, en el minuto 18. Fue una oportunidad de Richi que, en vaselina, intentó llegar a la meta de Bermúdez aunque sin ningún tipo de peligro. Sin embargo, todo lo que tocaba Rubén Cuesta se convertía en temor para los leoneses. Cinco minutos después, el vasco Asier Eizaguirre tuvo la primera llegada de los leoneses ante la meta de Sanmiguel. Fue un remate cruzado, escorado y sin peligro que al menos avisó que sobre el césped también estaba el cuadro leonés. Pero fue un espejismo porque el Guadalajara comenzó a carburar siempre bajo el control de Rubén Cuesta, el mejor jugador de los morados. En el minuto 27, un balón perdido en el centro del campo culturalista hizo que Bermúdez salvara en la mejor oportunidad de los locales. Rubén Cuesta, inconmensurable en su tarde, cedió a Iván Moreno y éste se quedó sólo ante el meta culturalista pero, demasiado escorado, perdió el panorama de gol estrellando la pelota contra el cancerbero de los culturalistas. Un minuto después llegó la segunda oportunidad, casi de forma consecutiva. Esta vez fue de nuevo Rubén Cuesta el que creó peligro -quién sino debía hacerlo- para Quesada, quien remató de cabeza estrellando el balón en la intervención de un meta de los leoneses que salvaba el gol cuando parecía que subía al marcador. Era un aviso claro de lo que esperaba al equipo de Abelleira. Y tanto aviso trajo sus frutos en el minuto 37, a ocho del descanso. Una jugada en la que de nuevo intervino Rubén Cuesta sirvió para que el primero del partido subiera a las redes de los leoneses. Fue una jugada desde la izquierda llevada a la par por Santi y Villa, que cedieron a Rubén Cuesta. Éste disparó pegando el balón en el atacante Lambarri, llegado en el mercado de invierno, y descolocando a Bermúdez. Fue el primero del partido y el golpe de efecto de un equipo morado que había merecido mucho más el gol que los leoneses. Éstos, hasta el decanso, lo intentaron a su manera, pero tampoco tuvieron tiempo para intentar mucho más ante un rival local que se cerró con la intención de asegurar de forma momentánea un marcador, hasta el descanso, que les colocaba con autoridad por encima. En la segunda parte, salió la Cultural a por el empate avisando a los dos minutos con un remate de Mateo que detuvo Sanmiguel. En el 10, Rubén Cuesta remató alto en la primera llegada de los alcarreños tras el descanso. Pero el cuadro morado tampoco se anduvo por las ramas. Lambarri, tras el aviso de Rubén Cuesta, pudo sentenciar con un remate que no logró, lo que sí hizo Villa: marcar el segundo. Menos mal que un córner de Mateo dos minutos después y tras rechaces varios sirvió a Addison para marcar el tanto del honor de los leoneses. Hasta el final, el dominio fue leonés con un toma y daca constante de los leoneses, aunque sin fortuna. Varias oportunidades consecutivas pero desaporvechadas volvieron a hacer que los leoneses corten una racha brillante de resultados.