El DKV impuso su ley ante un Begar peleón

El Begar tampoco pudo ganar en su undécima visita a Badalona. Ni el esperanzador inicio del partido ni la autoconfianza que le reportó la victoria una semana antes ante el Granada fueron suficientes para contrarrestar el efecto de la doble R del DKV que además tuvo a Mallet, Jagla y Moiso como estiletes infranqueables. Los leoneses, no obstante fueron precisamente los que inauguraron el marcador con una canasta de Bulfoni. Si un buen inicio es síntoma de una mejor continuación esa premisa no se cumplió en los diez minutos siguientes. Ni el posterior lanzamiento convertido por Barnes que ponía el 2-4 evitó que los leoneses sufrieran en síndrome Rudy Fernández. El escolta mallorquín se bastó para poner patas arriba el partido. Doce puntos fueron su bagaje en esta fase, los suficientes para que el DKV empezara a abrir brecha favorecido además por su superioridad en el rebote (13 a 7). Con 16-6 y a falta de cinco minutos la luz de alarma empezaba a sonar lo que provocó que Aranzana pidiera tiempo muerto tras dos acciones consecutivas con un mismo protagonista, Mallet. Primero robando el balón a Jackson y dejando en bandeja la canasta para Rudy y luego con un triple. El posterior intercambio de canastas no favoreció al Begar ni tampoco la entrada de Sundov a dos minutos para cerrar el primer cuarto. Menos más que Urtasun, Hughes y Otegui lo arreglaron en parte con un parcial de 0-7 que dejaba el marcador en 21-13. La siguiente entrega apenas varió los parámetros. Si cabe la mejor producción ofensiva de los de Aranzana. Otegui, Hughes y Bulfoni se convirtieron en los abanderados del Begar ante el aro rival mientras que en defensa, a pesar de seguir a remolque de los badaloneses, la diferencia de capturas se estancaba. Esa situación produjo que el margen entre unos y otros se redujera hasta los siete puntos (41-34) tras un dos más uno de Urko. Pero ahí volvió a aparecer la mano mágica de Rudy con un triple para sellar los 20 minutos iniciales con un 44-34. La salida de vestuarios vio a dos equipos dispuestos a aprovechar sus opciones. Pero en ese carrusel de acciones y canastas la Penya encontró una mejor selección, añadiendo dos nuevos triples a la vez que lucía a un Ricky Rubio que empezaba a hacer de las suyas. El Begar lo intentaba pero ante un rival lanzado cualquier error lo pagas caro. Y más si ayer el pulso en la pintura tuvo un sólo color, el verdinegro, y dos nombres destacados, Jagla y Moiso. Los leoneses, a pesar de todo, quisieron morir con las botas puestas. En diez minutos y vista la dinámica que había presidido el partido enjugar una desventaja que llegó a ser de 18 puntos se antojaba casi imposible. Con 85-67 sólo quedaba consumir de la mejor forma posible los últimos dos minutos. Al final el margen se quedó en 19 puntos, el más alto (94-75).