El Obras Ram defrauda ante el Atlético Logroño y dice adiós al liderato del grupo

El Ram disfrutó poco el primer puesto de la tabla, porque ayer perdieron con toda la justicia del mundo. Ayer el equipo leonés no dio la imagen que se esperaba en tierras riojanas. Los de casa, un equipo de la parte media de la tabla tuvieron un partido redondo, de esos que se cuentan a lo largo de la temporada con los dedos de una mano, porque les salió todo, y más porque no lo intentaron. Exprimieron la estrategia, buscaron ayudas, jugaron con una entereza defensiva que hizo que los leoneses no encontrasen los habituales huecos en las defensas contrarias, y así, es complicado poder sacar puntos. Los riojanos salieron mandando desde el inicio. Un gol muy temprano, fruto de la táctica, de esa parcela estudiada y trabajada a partes iguales que les colocó por encima en el marcador de forma merecida gracias a una brillante ejecución. Poco podía el Ram ante semejante salida local. Se intentaron amoldar a las circunstancias pero cuando más dominaban y cuando más cerca parecía el empate -más por actitud y control que por ocasiones- Monchi lograba el segundo de forma idéntica para el equipo de casa y dejaba la ventaja a recortar más amplia para el equipo leonés. Con esa ventaja las cosas eran más sencillas para el cuadro local que, encomendado a su meta, salvaba las leves embestidas de los leoneses. Éstos no encontraban espacios, bailaban el balón sin peligro y cuando estaban con todo a favor, carecían de la eficacia para matar ante la meta contraria. Y encima los locales ajustaban sus ataques casi a goles. El tercero llegó antes del tiempo de descanso, y sentenciaba a un cuadro leonés que no acertaba a sujetar a sus rivales. La segunda parte careció de historia.