El rebote en el Grupo Begar es cosa de dos, Barnes y Hughes

Lamont Barnes y Rick Hughes conforman una de las parejas de pívots más poderosas de la liga. Los números así lo constatan, lo mismo que su importancia a la hora de calibrar las opciones de triunfo. El dúo titular de los de Aranzana suma 235 capturas o lo que es lo mismo, un tercio de las que el Begar acumula en las 22 jornadas de liga disputadas. Pero entre ambos existen algunas diferencias. Así, si Rick es todo un experto a la hora de rebotear en la zona rival (es décimo en la general con 48), Lamont se desenvuelve mejor en la pintura propia (décimotercero con 80). Entre ambos acumulan buena parte del poder interior de un Begar en el que precisamente Barnes no partía como titular, puesto reservado en un primer momento para Thompson pero que debido a su irregularidad y al buen momento de Lamont fue variando de dueño. Hoy por hoy Rick y Barnes son las mejores bazas con las que cuenta Aranzana en la zona aunque tampoco hay que olvidarse de Heshimu Evans que a pesar de su altura no escatima esfuerzos a la hora de pelearse con rivales de mayor envergadura. Su físico le ayuda lo mismo que el de un Tuky Bulfoni cada día más completo que lo mismo anota que defiende a pesar de que ello suponga un desgaste extra. La llegada del croata Bruno Sundov con sus 221 centímetros puede contribuir a repartir un poco más un trabajo que en esta liga se convierte en determinante para hacer frente a los rivales. Precisamente el próximo será un Cajasol que cuenta con tres hombres altos cuya versatilidad complica las cosas. Se trata de los nacionales Antonio Bueno e Iñaki de Miguel y el norteamericano Andrew Betts. Dominar esta faceta del juego desde el primer minuto será fundamental para cimentar buena parte del ansiado triunfo frente a los andaluces, equipo en el que juega uno de los veteranos de la Liga ACB, el base Elmer Bennet. Superar este reválida y además hacerlo por más de 11 puntos serán dos de los objetivos del Grupo Begar para seguir soñando con la permanencia. Restan 12 jornadas y los triunfo se hacen ahora más necesarios que nunca para los leoneses.