La Cultural aguanta a Abelleirapero su crédito está agotado El rostro de su debut en Valladolid... ... contrasta con el de San Sebastián López: «Técnico y club deben hablar»
El consejo decide mantener al técnico aunque no cuenten con él para la próxima campaña
«Dimos a Milo Abelleira la máxima confianza y todos los fichajes que pidió, pero no ha respondido a las exigencias del club», expresa el presidente de la Cultural, Domingo Cueto, que a continuación recalca: «Tener el mayor presupuesto del grupo sólo nos vale para ser novenos en la clasificación». Domingo Cueto se siente decepcionado con la marcha de la Cultural después del fuerte desembolso realizado para acometer la presente temporada. «Cada uno debe de responsabilizarse de su puesto y en este sentido hay un responsable en materia deportiva dentro del club que no debe darse cuenta de esos números, porque de lo contrario el equipo no estaría en esa novena posición en la tabla», repite el máximo dirigente culturalista. El presidente de la Cultural ya no se fía de las promesas del entrenador: «Cada vez que hablamos con él nos dice que hay posibilidades de meterse en la lucha por el ascenso, pero nosotros no lo vemos con el paso de las jornadas y ya te empiezas a cansar de poner tanto dinero para no ver resultados, tanto yo como el resto de los que componemos el consejo de administración». A juzgar por las palabras del mandatario culturalista, el entrenador Milo Abelleira seguirá al frente de la parcela deportiva hasta el final de la presente temporada, salvo que otros resultados negativos precipiten su salida anticipada antes de que concluya el campeonato. El crédito de Milo Abelleira se ha agotado con independencia de los resultados que consiga a final de temporada. Incluso, en el supuesto de que logre meterse en los puestos que conllevan jugar por el ascenso a Segunda, el técnico gallego no continuará en la Cultural. El entrenador culturalista, mientras tanto, no responde al presidente: «Estoy aquí para trabajar y sigo pensando en que quedan 36 puntos por disputar. Estoy seguro de que nos vamos a meter entre los cuatro primeros antes o después». Los futbolistas, por su parte, tienen su parte de culpa y están bajo sospecha p or su bajo rendimiento.