El Begar afrontará hasta mayo 11 finales para seguir en la élite

Ganar o morir. Esa será la consigna que intentará aplicar el Grupo Begar en las 11 finales que debe afrontar hasta el final de la fase regular. Y es que el margen de error tras la derrota del sábado ante el Cajasol es mínimo. Restan 11 envites y la salvación pasa por ganar seis o tal vez siete, factible aunque dado lo que también se juegan el resto de adversarios sumamente complicado. Precisamente el próximo será un Fuenlabrada que también navega en zona pantanosa, aunque algo más tranquilo. Hoy por hoy le separan tres triunfos de los leoneses que lograron salir airosos en el Palacio aunque sólo por un punto. Esa circunstancia obliga más que nunca a sumar en tierras madrileñas el sábado. Primero para no ampliar el margen de riesgo y segundo, para al menos superar el average. Perder sería dar otro paso trágico atrás. Por si esto fuera poco una semana más tarde el rival del Begar será nada más y nada menos que un Real Madrid lanzado al que sólo el hecho de jugar entre semana la Euroliga puede desconcentrar algo aunque por los únicas cuatro derrotas que lleva en su casillero bastante poco. Aunque no existe rival pequeño y en esta liga las victorias son igual de importantes ante un grande que frente a un modesto si se puede llamar así a equipos con presupuestos superiores a los cuatro millones de euros como el del Menorca, Manresa o Granada, los de Aranzana tendrán que lidiar en plena Semana Santa con su Pasión particular en la pista de otro «opulento» como el Tau. De allí, billete para Murcia donde su propietario tampoco se lo pondrá nada fácil. Y menos una semana más tarde un AXA Barcelona capaz de lo mejor y lo peor, según funcionen los Lakovic, Marconato o Basile. Y para no tener que afrontar la media docena siguiente de compromisos obligados a ganar todos ellos, los números, fríos siempre, precisan de al menos dos triunfos. Porque luego los leoneses tendrán que visitar en pleno mes de abril a l Valladolid en el derbi autonómico. Pamesa Valencia en león, Akasvayu en Girona, Menorca nuevamente en el Palacio, Manresa en tierras catalanas y Estudiantes en casa cierran un trayecto plagado de nervios, tensión y un sólo propósito, dar lo mejor de sí para mantener el sello ACB en una campaña con altas dosis de sufrimiento.