Fútbol | Segunda División B
La Cultural se autoderrota
El equipo leonés cae por dos errores propios tras adelantarse con el gol de Iván Mateo
La Cultural volvió a pecar de errores propios ante el Real Unión que provocaron una derrota que supuso cerrar las puertas una temporada más a disputar las eliminatorias de ascenso a Segunda División (1-2). Después de un inicio que invitó a la reconciliación entre equipo y grada, como consecuencia de que el bloque culturalista pareció salir enchufado desde el primer minuto, con gol tempranero de Iván Mateo de penalti, se pasó a un pasotismo e indiferencia de la afición ante la remontada en un minuto de los irundarras por mediación de Goikoetxea, primero, y Quero, después, al aprovechar dos concesiones defensivas del equipo local. El equipo leonés compareció en el terreno de juego con un sistema idéntico al que Milo Abelleira empleó ante el Zamora en el último partido en casa, aunque con una línea defensiva menos segura y contundente que la de entonces. Ahí radicaron los males de la Cultural una jornada más. Por mucho que se empeñe el entrenador Milo Abelleira en quitar culpas a la cobertura, al asegurar que defiende todo el equipo, lo único cierto en el compromiso ante el Real Unión fue que al autor del primer gol visitante, Goikoetxea, la defensa le dio todas las facilidades para disparar sin oposición a la portería de un desacertado José Bermúdez, y, a su vez, entre el lateral izquierdo Gorka García y el portero culturalista le pusieron el balón en bandeja a Quero para que no desperdiciara el regalo y alojase el balón en las mallas de la portería leonesa. Bien es verdad que todo bloque comienza a defender desde su propia delantera, pero no es menos cierto que ningún centrocampista puede impedir que un balón colgado llegue a su área y que el delantero del bloque contrario marque a portería vacía. Salvo que aquí en la Cultural se quiera que un jugador lance el corner y acuda a rematarlo, cada uno debe conocer sus responsabilidades dentro del equipo, para que el bloque funcione como conjunto, en lugar de pretender que los fallos de una línea en concreto se reparta entre los que deben aportar seguridad y contundencia a una zona del campo fundamental en el grupo segundo de la Segunda División B. Sólo faltaría que se echara la culpa de los dos goles encajados por la Cultural a Oriol Riera. Los errores atrás costaron muy caros a la Cultural. Un gol tempranero, gracias a la picardía y a la habilidad de Chema para llevarse pegado el balón a la bota, adentrarse en el área y ser parado con una clara zancadilla de Berruet, que propició el penalti que lanzó magistralmente Iván Mateo, lo echaron por tierra dos regalos defensivos que dieron la victoria en bandeja a un Real Unión que no demostró en León ser mejor a la Cultural en cuanto a juego se refiere. Eso sí, se adelantó en el marcador en el minuto 28 de partido y supo imponer la agresividad defensiva para que el equipo leonés no volviera a traspasar su portería. Mientras la Cultural mantuvo las fuerzas físicas, gozó de varias oportunidades antes de que finalizara la primera parte para haberse ido al descanso con un empate por lo menos, pero las ocasiones de Aller y de Chema fueron desviadas en última instancia por el guardameta visitante Otermin o por su propia línea defensiva. De la segunda parte, poco se pudo sacar en limpio. Un equipo, la Cultural, que se prodigó en acciones de ataque, pero sin la claridad de ideas que demostró, al menos, en los primeros cuarenta y cinco minutos del tiempo reglamentario. Balones, en varias fases del partido sin un destinatario claro, sin ningún peligro para el rival, que dominó el control del partido, y sin improvisación para sorprender al rival. La Cultural se quedó una temporada más sin el premio de las eliminatorias de ascenso, víctima de sus propios errores. El equipo demostró, una vez más, que no tiene el equilibrio que necesita para funcionar como bloque. Las individualidades pusieron el partido de cara, pero el conjunto volvió a ser la cruz de la Cultural.