Garbaprom da otro gran paso hacia el play off

Triunfo histórico del Garbaprom Bembibre en Zamora ante su gran rival histórico en el baloncesto femenino. Pero más allá de la historia, la victoria deja muy cerca a las bercianas de la fase de ascenso. Fue una victoria justa y merecida porque las de Beatriz Pacheco demostraron sobre el parqué zamorano tener más consistencia que su rival, como reconoció el propio técnico local, Juan de Mena. Y eso que las cosas no pudieron ponerse peor para las bercianas porque mediado el primer cuarto se produjo un choque espectacular entre las cabezas de Laura Muñoz y Erika Valek, del que sale perjudicada la base del Garbaprom. Tanto es así, que los médicos de ambos equipos, presentes en el pabellón, Eliseo Castro y Agapito Sánchez, optaron por enviarla al Vírgen de la Concha, para que le realizaran unas radiografías con el fin de descartar lesiones severas. Le colocaron un collarín y se fue con un chichón impresionante en la frente. Lo bueno del caso es que no hay nada más allá de un ligero esguince cervical y una leve contractura en la espalda. Se supone que podrá jugar ante Canoe el sábado. Entre Estela e Irene tomaron el control del juego para suplir a la contusionada. Zamora empezó mandando, pero Garbaprom siempre respondía y las diferencias eran mínimas. El guión diseñado por Bea Pacheco, sobre un final apretado, iba camino de ser real. Las bercianas supieron inutilizar a Lidia Gesteira, que se quedó en 7 puntos cuando ella promedia 19. Por si no era suficiente, las de Bea también cerraron el rebote, con un espectacular trabajo de Fernanda, Monty, Raquel y hasta Alicia Arias que tuvo sus momentos de participación. Para ayudar a la victoria, resultó clave la aportación de Silvia Gustavo que hizo dos triples en momentos claves. Pero todavía más influyente resultó el trabajo de Irene Salgado que se multiplicó tanto en la dirección del juego como en el uno contra uno y en el tiro exterior, con otros dos triples, si cabe todavía más decisivos que los de su compañera. Para rematar la faena, quedaba el gigantesco partido de una Ylenia Manzanares que empequeñeció a todas sus rivales. Volvió a ser la auténtica «americana» del Garbaprom, sembrando el desconcierto en el bando local que trató de corregir en vano Juan de Mena con sus tiempos muertos. Una afición entregada La animosa hinchada bembibrense que se había desplazado en número cercano al centenar, empujó desde las gradas, enmudeciendo al público local para llevar en volandas a las suyas en el instante definitivo. Las jugadoras se lo agradecieron.