El Ademar estalla un año después de la marcha de Cadenas «Cadenas llegó presionado y no ha soportado la presión» «Venía a jugar un partido, no me esperaba lo que ví»

Ta rdó un año, pero al final estalló. La guerra entre el presidente del Ademar, Juan Arias, y el ex entrenador del equipo, Manolo Cadenas, explotó el lunes por la noche en mitad de una cancha. Fue en León, sobre el parquet del Palacio de Deportes, mientras el Ademar trataba de derrotar, casi por una cuestión de honor, al equipo de su antiguo preparador -lo consiguió- y el Barcelona intentaba evitar -no lo logró- dejarse la Liga en León. El enfrentamiento es por primera vez público, pero en los despachos sucedió hace un año, justo antes de la marcha de Cadenas al Barcelona. En este tiempo, Manolo Cadenas ha pasado de ser un héroe, una referencia del balonmano leonés y un entrenador mítico a objetivo de las críticas más duras de Juan Arias y de parte de la afición del Ademar, instigada, según el técnico, por el propio presidente. Algo que el máximo dirigente ademarista niega con rotundidad. «Jamás he organizado nada en contra de Manolo Cadenas o de ningún jugador», dice antes incluso de que se le pregunte. «Al contrario, dejamos que unos aficionados colgaran un pancarta a favor de Cadenas en el partido y hay una peña de apoyo a Juanín, que ahora no está aquí y sí en el Barcelona, a la que jamás se la ha puesto ninguna pega», cita como ejemplos Arias. El presidente del Ademar niega que haya existido «inoportunidad» en el homenaje a un deportista que el club organizó durante el partido contra el Barça, precisamente el día en que Cadenas regresaba a León. Algo que se ha interpretado en algunos círculos como un desplante a Cadenas. Arias reconoce que se podría haber cambiado la fecha y que el equipo directivo del Ademar conoció las gestas de Salvador, un fondista amateur, el pasado mes de mayo, cuando su imagen salió en los medios de comunicación provinciales tras haber conseguido una dura prueba en la Muralla China. Pese a ese poco tiempo de contaco entre el deportista y el club, Arias alega: «Se lo debiámos (el homenaje). Es un hombre muy poco conocido en León que ha hecho grandes gestas. Habíamos aplazado el homenaje varias veces y nos pareció bueno hacerlo en el partido contra Cadenas». Juan Arias se pone más tenso cuando se suscita el asunto del «calentamiento» previo del partido por parte de la directiva ademarista. «De qué calientamiento se habla, de cuál», inquiere molesto. Interrumpe cuando se le citan las pancartas, las declaraciones previas etc. «La celebración del partido era una injusticia. La decisión de la Asobal era injusta, nada más», dice. «Los comportamientos fuern muy deportivos, en la cancha y fuera. No había nada calinete, todo discurrió por derroteros deportivos», insiste. Juan Arias achaca el cruce de acusaciones a un «calentamiento» del ex entrenador. «Cadenas venía presionado y no ha soportado la presión», dijo ayer Arias, en referencia a la necesidad que tenía el Barcelona de ganar el partido para no quedarse descolgado en la Liga. «Lo que tengamos que resolver lo haremos Manolo y yo en privado y no en los medios de comunicación», avisa el presidente del Ademar. «Siempre le he reconocid a Cadenas todo lo que ha hecho por el Ademar. Por eso le hicimos una despedida que no se ha hecho con nadie más, entreándole incluso la insignia de oro. Siempre tuvo además el apoyo total del equipo directivo. Pero el Ademar es una institución que tiene que seguir cuando ninguno de nosotros estemos, como ha sucedido desde hace 50 años. El que se crea más importante que nadie está equivocado». «Lo mejor que tiene el Ademar es su gran afición. Y eso es lo que no se puede perder», concluyó ayer Juan Arias. El técnico del Barcelona, Manolo Cadenas, no quiso ahondar ayer en la polémica que han suscitado sus declaraciones en contra del presidente del Ademar, Juan Arias, y parte de su directiva. No obstante subrayó que no se arrepiente «absolutamente de nada» de lo que dijo a la conclusión del encuentro e insistió en manifestar que el choque entre el Ademar y el Barcelona estuvo rodeado de un clima de hostilidad totalmente inusual. «Y cuando se crea un ambiente tan hostil los que lo sufrimos tenemos que rebelarnos. Yo lo hice, exploté, porque tengo sentimientos y cuando a una persona se le hieren sus sentimientos lo normal es que salte». «Yo venía a León a jugar un partido de balonmano, no me esperaba lo que ví. Parecía que había el deseo de forzar una enemistad tremenda con el Barcelona». Y por último recalcó: «Lo que tenía que decir ya lo he dicho. Ahora quiero centrarme únicamente en mi equipo y pensar en balonmano, en deporte, nada más».