Arranca la polémica La Sexta se queda con la Fórmula
Ésta es la decimotercera edición del GP de Australia que se disputa en Melbourne y la duodécima que es inicio del campeonato. Como casi siempre comienza con una polémica entre los organizadores y Bernie Ecclestone. Ahora el meollo de la discusión está en el horario. La prueba comenzará a las 5.30 horas del domingo en España y Ecclestone se ha empeñado en que la prueba sea nocturna. La organización le ha contestado que lo único que puede hacer es retrasar la prueba dos horas (hasta las 7.30 horas, algo más asumible para los europeos) pero que de carrera nocturna nada de nada. El coste de esa prueba es de 30 millones de euros, algo inasumible por un organizador que no cuenta con el apoyo gubernamental, como es el caso de Singapur o Malasia. La F1 asegura que así habrá más audiencia en Europa y se contaminará menos, aunque se necesitan cerca de 50 generadores para iluminar un circuito. Se cumplieron los pronósticos. La Sexta emi tirá el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 durante los próximos cinco años, después de que Mediapro, accionista de referencia de la cadena, haya vendido a este canal los derechos. El precio será alto ya que la suma que pagó el año pasado Mediapro por la exclusiva fue «monstruosa», según calificó en su día Telecinco. La cadena de Mediaset aún explotará la competición durante la presente temporada que empieza este fin de semana en Melbourne. La interrogante sobre el futuro de Fernando Alonso tras su desafortunada aventura en McLaren abre serias dudas en el sector sobre la rentabilidad de la nueva operación. De «temeraria» y «monstruosa» calificó el consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile, la cantidad pagada por Mediapro a la hora de pujar por los derechos de la Fórmula 1. Esta cadena considera que el umbral de la rentabilidad en este negocio no puede superar el pago de 15 millones de euros al año. Telecinco pujó y estaba dispuesta a superar en un 20% el contrato actual, pero Mediapro triplicó la suma y apostó por una cifra cercana a los cuarenta millones por año, según fuentes cercanas a la negociación. Queda por saber qué cantidad habrá pagado ahora La Sexta a su accionista mayoritario. En mayo pasado, una vez que Mediapro compró los derechos de la Fórmula 1, Vasile calificó de «triste y grave» la situación que se está produciendo con los derechos deportivos. No sólo por el precio de la Fórmula 1 sino por lo ocurrido con la adquisición de la Liga de fútbol, que Mediapró también vendió a La Sexta. En lo que se refiere al fútbol, Telecinco se ha beneficiado de la actual guerra entre Mediapro y Sogecable al transmitir varios encuentros cedidos por esta última compañía. Telecinco hizo un excelente negocio cuando en el 2004 tuvo olfato y apostó por Alonso. En aquel momento, Flavio Briatone, director de la escudería de Renault, y Alejandro Agag, yerno de Aznar, gestionaron los derechos hasta 2008. Pero el año pasado, Mediapro se saltó intermediarios y acudió directamente al patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone. Adiós a Lobato La exclusiva de Telecinco coincidió con los mejores años del piloto asturiano, bicampeón con Renault, escudería a la que ha vuelto tras su tropiezo con McLaren. Pero Alonso tiene que ajustarse otra vez a la máquina, y los expertos estiman que este año no superará el quinto puesto, por detrás de Raikkonen, actual campeón (Ferrari) y Hamilton, ex compañero de McLaren con el que tan crispada relación mantuvo. El peor de los escenarios para un futuro más o menos próximo puede pasar por una retirada del asturiano, según pronostican algunos especialistas. A la hora de dar a conocer la exclusiva, el director general de La Sexta, Antonio García Ferreras, indicó que la operación «es un símbolo más de la importante consolidación de esta cadena en un tiempo record», cuando apenas en dos años de emisión ha superado el 5,2% de cuota de pantalla. La Sexta reconoce las excelentes retransmisiones de Telecinco con este campeonato, que inicia nueva andadura este domingo en Melbourne, con el periodista Antonio Lobato a la cabeza. Ferreras indicó que el año próximo «intentaremos incorporar algunas innovaciones que sorprendan a los seguidores y espectadores de la Fórmula 1». La cadena apuesta por el deporte y el humor como pilares básicos de la compañía. La Sexta recuerda los 78 millones de telespectadores que logró en todo el mundo el Gran Premio de Brasil en 2007, y los más de 9 millones que siguieron en España la final.