La Deportiva perpetúa su maldición en Guijuelo (2-0)

La Sociedad Deportiva Ponferradina cayó derrotada en su visita al campo del Guijuelo, siendo fiel a una historia que sólo recoge fracasos de los blanquiazules en ese feudo. Los chacineros hicieron valer su mejor adaptación a una superficie que les va como anillo al dedo para garantizarse un resultado favorable que debe considerarse como justo, a pesar de que la Deportiva tuvo más tiempo el balón en su poder, sin acertar a rentabilizar esa superioridad en la posesión del cuero. Los dos equipos parecían sentirse cómodos en su papel de dominado y dominador, con los locales aguardando su oportunidad de buscar la contra para golpear ante el marco de Cabrero. Así fue como a la media hora, un balón en profundidad enviado sobre el marco visitante es recogido por el delantero Robert a quien se lleva por delante Cabrero en su afán de despejar. Penalti y tarjeta amarilla para el oscense que no podrá jugar contra el CD Logroñés la próxima semana. La pena máxima es aprovechada por Urraca para adelantar a los chacineros. Y eso era justamente lo que deseaban los de Crego para hacerse fuertes en ese campo que dominan a la perfección. Aguardando atrás los acosos (más bien tímidos) del conjunto berciano, para tratar de resolver el partido en un contragolpe, como acabaría ocurriendo en el último suspiro. Antes de eso, el Guijuelo tuvo que aguantar las acometidas de una Deportiva espoleada por los cambios que el técnico canario introdujo en el descanso. Dejó en la caseta a Bornes y Fuentes, colocando en su lugar a Santamaría y Ernesto. Ordenó una defensa de tres, con Santa, Nacho y Ortega, con Elías (que al final fue titular pese a no entrenar apenas durante la semana) a la expectativa. Teo y Ernesto abrieron el campo (aunque sus dimensiones tampoco dan para muchas aperturas) y desde los flancos se surtieron balones buscando la cabeza de Óscar De Paula. Fueron quince o veinte minutos en los que se presumía el empate. Sin embargo, ni el citado De Paula, ni tampoco Rubén Vega, Teo o Ernesto, acertaron a perforar el marco local. Cobo sentencia a la contra Amaral quemó todas las naves dando entrada a Irurzun en lugar de un desdibujado Mantecón, más voluntarioso que acertado, pero aquello no mejoró las cosas. Al contrario, el Guijuelo vio cómo su rival se quedaba sin fuerzas, con un Elías que pagó sus problemas físicos de toda la semana, con un Marco que tampoco es ducho en la contención y pagó las incorporaciones de sus escasos zagueros buscando al menos el tanto del empate. Fue milagroso que Cabrero detuviera un cabezazo de David Lago o evitara el gol en una contra de Chus Seco que se presentó solo ante él. Pero no pudo hacer nada cuando Tato llevó una contra por banda derecha en el último minuto, sirviendo para que Dani Cobo batiera la portería berciana en la sentencia, para alegría de la parroquia local y decepción de los visitantes.