Flecos competitivos y estructurales

HACE unas pocas semanas analizábamos la importancia de cuidar especialmente a los luchadores que no suelen clasificarse en los primeros puestos, «los que no ganan casi nunca»; pero que tampoco suelen fallar casi nunca con su presencia en los corros y su enorme afición a cuestas. Así como la preocupación hacia los aficionados tibios, no enteramente fieles¿y que exigían otro nivel de consideración y respeto en los corros. Señalábamos que precisamente esto último representa la gran diferencia entre el aficionado menos fiel y el luchador que no gana casi nunca. Éste no exige; exige menos que ningún otro desde su modestia y humildad. Las compensaciones a su constancia, aguante y afición no han de llegar por su muda exigencia, sino como equidad y justicia distributiva por un lado, y por federativo sentido de futuro: por el propio interés en la pervivencia de la lucha leonesa. Desde esta columna desde siempre nos hemos venido sintiendo «comprometidos con el compromiso» de los modestos, de los que no ganan casi nunca , aún a riesgo de que resultemos Pesados. En la lucha leonesa unos dan espectáculo con su calidad y otros contribuyen a ello con su disposición y entrega. Y destacamos una vez más, con su afición sin flaquezas e indesmayable. Todo el apoyo es poco, convencidos como estamos de que son los que más lo necesitan; y que lo merecen tanto como los que más. En la misma línea, «comprometidos con el compromiso» de la cantera menos brillante; la que hace número. La que constituye el germen y futuro de la renovación generacional de luchadores. De los buenos y de los no tan buenos¿E igual de importantes a la hora de ser tomados en consideración y proceder consecuentemente. Pues bien, se nos ha dirigido un luchador «de los del montón» (la expresión es suya), perfectamente identificado pero que nos ruega que mantengamos en la reserva su nombre. Y lo más curioso es que tampoco ha sido para reivindicar a título personal. Más bien solicitar en nombre del futuro de la lucha leonesa, vino a decir, «que los que vengan detrás no pasen las penurias que pasaron ellos, con cargo a su afición, con cargo a sus ganas de luchar que es lo que más me gusta en esta vida». Para rematar diciendo que se consideraban un tanto marginados (bastante marginados según él), sólo contando con los campeones para los eventos que valían un poco la pena en cuanto a marco y categoría competitiva. Pero incidiendo sobre todo en «cuidar que la Cantera sea muy numerosa, para que el día de mañana no tengan que ser siempre los mismos quienes se presten a dar juego a los campeones»». Tras este fleco de carácter competitivo, vamos con los flecos pendientes de la columna «estructural y no coyuntural» de hace varias semanas. No queremos ser aguafiestas, pero 3 años después de las promesas estructural-federativas que reflejábamos ¿en qué ha quedado todo? ¿Y 3 meses después del compromiso diputacional-federativo¿? Desde nuestra independencia, consideramos que se han de pedir cuentas; con rigor y crudeza. Mediaticamente la lucha leonesa se viene alimentando a base de lisonjas y halagos. Consideran estos protectores(?) que las miserias mejor esconderlas bajo tierra, como los topos (topillos de Ambasaguas?). Y sustituir la crítica por inflamadas y retóricas florituras literarias que todo lo ocultan exaltadoramente. Pretendemos ejercer de dinamizadores y no de dinamitadores. De ahí que no estemos por el borrón y cuenta nueva estructural, y sí más bien por el borrón y cuenta nueva con lo que no funciona. Verbigracia, y tan sólo por poner un ejemplo, la inexistente estructura del malllamado Colegio de Árbitros. Así las cosas, así de mal, nada de medidas coyunturales para salir del paso y sí más bien medidas estructurales é integrales. De un Colegio de Arbitros en serio al impulso de la cantera no menos en serio; de la incorporación a las Luchas Olímpicas, a los servicios higiénicos más elementales en los corros o la sala de calentamiento/masaje/enfermería/pesaje/inscripción/ducha; de la presentación y puesta en escena a la duración y el numerito de los empatitos a cero de los superpesados-pesadísimos¿Etc etc etc. Cerramos con un fleco que remataba la semana pasada una primera aproximación a la Liga de Invierno(?). Abogábamos por que aportase algo más que si «la suelta»se penaliza con entera o media, o si un equipo más o menos¿Prioritario armonizar y templar entre los Clubes, y para ello ¿a requerir algo más que el talante y los buenos oficios del armonizador y templador, del federativo «ejecutivo para todo»A.B.?