Diario de León

LUCHA LEONESA... Y ALGO MÁS

Crítica y lisonjas

Publicado por
MARRO
León

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HAY QUIEN se empeña en propagar -nunca en demostrar- que nuestras críticas «hacen mucho daño a la lucha, que resulta destructiva, le perjudica¿». Con independencia de que nunca se escribe a gusto de todos ( si en la vida es tu deseo/ el dar gusto a todo el mundo/ estás listo Macabeo ), estamos de vuelta de este tipo de afirmaciones y nos resbala por entero. Sencillamente porque nos hallamos convencidos de que lo mejor que se puede hacer por la lucha leonesa es poner al descubierto sus males a lo crudo, sin circunloquios ni sutilezas, como primera medida. Y, como segunda, plantear alternativas de solución reales y factibles. Lo uno y lo otro, argumentadamente expuesto. Y lo peor que se podría hacer en nuestra opinión, ocultar sus miserias y pintarlo todo color de rosa, cual si el devenir de la lucha transcurriese en el mejor de los mundos. Nunca pasa nada (negativo). Todo normal y lisonjero. Halagos y lisonjas a raudales. Dos formas de contemplar analíticamente la lucha. Desde la independencia descomprometida o desde la dependencia comprometida. Pensamos que tan sólo una inmensa minoría no dejará de sintonizar con la independencia sin ataduras -de ningún tipo- de esta columna. Pescamos, y pescaremos, por libre y fuera del Coto . Ello nos legitima para seguir denunciando sin eufemismos y con rigor todo aquéllo con lo que personalmente -subjetivamente- no estemos de acuerdo. «Si fuera objeto sería objetivo, como soy sujeto he de ser subjetivo». Recuerden, columna «de opinión» tan sólo. La crítica sin argumentos no sólo es destructiva, sino demagógica. Cuando se argumenta y si además se proponen soluciones, la crítica se convierte en constructiva; y lo único que destruye son los prejuicios y posicionamientos dogmáticos de esa inmensa minoría que no quieren apearse del burro. Dogmáticos, apriorísticos, anclados en la rutina, anacrónicos¿y acomodaticios. Esa comodidad de ir a gusto en la burra y despreciando cuanto ignoran desde su cortedad de miras.Todo perfecto¿ o casi perfecto Dados nuestros constatables afanes de proponer luchísticas soluciones -viables y factibles-, tampoco se sostiene que se consideren las tesis de esta columna como meros planteamientso en clave teórica. Cuando justo lo contrario de la teoría per se y sin más, serían los planteamientos alternativos a cada situación que se analiza. Frente a cada problema una posible solución. Una cuando menos y con visos de viabilidad y realizable: para ser llevada a la práctica¿más allá de la teoría. En conclusión, como más daño se hace a la lucha es callando y ocultando, autoamordazándose. Esta columna hará daño -afortunadamente- al arcaico y rancio «aluche de la boina». Y en todo caso beneficiaría a la lucha del futuro; al futuro de la lucha. ¿Campeonato Autonómico-Regional-Territorial¿? En esta línea de ocultismo, enmascaramiento, sinuosidad, falta de transparencia o táctica de evitar llamar a las cosas por su nombre, comentaba un aficionado, ¿y con qué eufemismo denominarán esta vez al corro del próximo 23, campeonato regional, autonómico, territorial¿? Si al menos lo fuera de la Región Leonesa, añadimos nosotros, pero éso sería herir la sensibilidad castellana de los castellanos financiadores «de los suyo». Luego acaso lo más desengañado «campeonato de talonario castellano». Estadio Reino de León. Esto es lo que recogía esta columna nada menos que el 26 de julio de 2006 «(¿)Nuestra postura de antiguo -de alcance e integral- se complementaba con denominar oficialmente al pabellón frente al cual entronizábamos al monumento a la lucha como Palacio de la Lucha Leonesa. Como homenaje y reconocimiento al más leonés de todos los deportes. Y en orden de raices y sentimiento ¿cabe denominación más acorde? De igual modo que a nuestro coliseo futbolístico bien le vendría -y nos vendría- ser conocido como Estadio Reino de León. Aquí y fuera, conocido y reconocido¿». Con posterioridad incidimos sobre ello otra media docena de veces, llegando a proponer una encuesta para los leoneses se pronunciasen. Ah, que ahora nos salga Castresana (¡quién te ha visto y quién te ve!) rechazándolo, no hace sinó colocar a cada cual en su (verdadero) sitio. Rematamos en torno al Monumento a la Lucha Leonesa. Reconozcamos que se ha hecho ya lo que parecía más irrealizable(?), al situarle en su lugar natural. Y acabar con los despropósitos de su itinerante peregrinaje. Ya sólo es cuestión de tres miniaportaciones a modo de remate (monumental). Adecuar luchísticamente el suelo vía luchística pradera, iluminarlo debidamente y colocación de placa identificativa -visualmente- e identificadora -leonesamente-.

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