«El destino se ha vuelto a comportar una vez más demasiado cruel con nosotros» Bulfoni: «Todos estamos desolados por este final que ninguno esperaba»

Si la cara es el espejo del alma la de ayer de Gustavo Aranzana reflejaba la tristeza y desolación de un técnico abatido por el triste final que le tocó vivir a su equipo, el descenso a la LEB. «No estoy para hacer muchas valoraciones», aseguró nada más empezar su rueda de prensa. «Una vez más como ya ha ocurrido bastantes veces esta temporada el destino se ha portado con nosotros demasiado cruel. Ante el Akasvayu no merecimos perder pero tampoco en otros partidos pero la suerte no nos ha querido dar la mano aunque fuera un poco». Para Aranzana, «esta derrota y el descenso vienen a culminar un año sin fortuna. A veces por poco respeto que nos conceden y otras por falta de talento todo el trabajo que realizamos se va al traste y eso al final nos ha condenado a la LEB», remarcó el técnico del Begar para el que ni ante el Akasvayu ni en otros encuentros nos hemos hecho acreedores a tal castigo. Por eso, antes que nada quiero felicitar a mis jugadores porque se han dejado la piel jugando al límite de sus posibilidades. Por eso, se pierda o se gane, yo soy el primero en reconocer la implicación de un grupo humano excelente. Quizás por eso y por la gente que tenemos detrás como la afición, la directiva, la ciudad y los patrocinadores, es por lo que estoy más jodido. Es un palo muy duro. Además, tampoco hemos demostrado ser el peor equipo de la ACB aunque el deporte tiene estas cosas y no siempre tu entrega alcanza la recompensa que se merece». Sobre su futuro apuntó que «hasta el 10 de mayo, por respeto a muchos, no voy a hablar de mí. Además, ahora no estoy para ello. Estoy mal y lo que quiero es tranquilizarme. Luego ya se hablará de mí, del proyecto del equipo, de jugadores, de lo que quiere el club....». Al más cercano sí se refirió. «Vamos a luchar hasta el final por ganar lo que nos queda. Primero por orgullo propio y luego porque no queremos perjudicar o beneficiar a terceros. Aún así, lo primero será levantar la moral de los jugadores. Los he visto muy fastidiados porque llevan el club muy dentro y sufren cuando ocurren estas cosas», apostilló. Sus ojos lagrimosos delataban que, aunque la procesión fuera por dentro, en el gesto del Tuky Bulfoni se notaba la profunda amargura que representaba el descenso del Begar, club con el que celebraba hace apenas un año el ascenso a la élite. «Todos estamos desolados, jodidos o como se quiera calificar esta tristeza que nos embarga. Aunque la situación estaba complicada nadie pensaba en un desenlace tan amargo. Luchamos hasta el final, lo dimos todo pero otra vez las cosas se han vuelto a torcer. No merecíamos ni esta ni muchas otras derrotas pero al final lo que quieres no es lo que ocurre. Me voy mal por mí y por todo lo que conlleva este club tanto a nivel institucional como de afición», precisó el escolta argentino. El Tuky no quiso hablar de futuro. «Nos quedan por jugar tres partidos y luego ya se verá. Yo ahora sólo pienso en el Begar y en intentar hallar consuelo». La salida del Pavelló Fontajau parecía un velatorio al que se sumó incluso el técnico del Akasvayu y el presidente del club catalán. «Siento bastante pena por el descenso del Begar. Han demostrado ser un equipo muy luchador y con calidad». Palabras que coincidían con la salida de los jugadores, entre ellos un abatido Bernabé.