Los problemas económicos acaban con la vida de Super Aguri en la F1 La FIA designa abogado para investigar la presunta orgía nazi de Max Mosley

La escudería japonesa Super Aguri, acuciada por graves problemas económicos desde el final de la pasada temporada, anunció ayer es su retirada del Mundial, por lo que la parrilla de salida del GP de Turquía se verá reducida este fin de semana a 20 monoplazas. Tras la decisión de Super Aguri, el Mundial cuenta con diez equipos, cuando antes de la temporada se esperaba la participación de doce, pero Prodrive descartó en noviembre llevar adelante su proyecto. «He participado en el campeonato desde hace dos años y cuatro meses con la escudería Super Aguri, pero lamento informaros de que el equipo va a detener todas sus actividades a partir de hoy», declaró Aguri Suzuki, director de la formación, en un comunicado». El ex piloto japonés, convertido en patrón de escudería, precisó que la principal causa de los males de Super Aguri ha sido que uno de los principales patrocinadores no cumplió la pasada temporada con sus obligaciones económicas. La continuidad de la escudería, que cuenta con una importante participación de Honda, estaba en duda desde el GP de Australia, en el arranque de la temporada. La situación parecía salvada después de las tres primeras carreras y un principio de acuerdo con Magma Group, una entidad londinense especializada en el mundo del motor, pero finalmente las negociaciones no terminaron bien. La F ederación Internacional (FIA) informó ayer que ha designado a un prestigioso abogado para investigar las alegaciones sobre la supuesta orgía de estética nazi atribuida al presidente de ese organismo, Max Mosley. En un comunicado, la FIA precisó que Anthony Scrivener, un prestigioso jurista británico, ha sido elegido como «experto independiente» para llevar a cabo un «análisis completo» de las pruebas disponibles acerca del escándalo que afecta a Mosley, que ha negado las connotaciones nazis del episodio sexual. El presidente de la FIA afrontará el próximo 3 de junio en París una reunión extraordinaria de la asamblea en la que su cargo se someterá a un voto de confianza.