Rebelión de los tenistas españoles

Los jugadores del equipo español de Copa Davis han declarado una guerra abierta a Pedro Muñoz, presidente de la Federación Española, por no contar con ellos a la hora de decidir la sede de la semifinal de la Copa Davis que enfrentará a España con Estados Unidos del 19 al 21 de septiembre. El escenario se conocerá oficialmente mañana, pero los internacionales sospechan que su presidente se decante por Madrid a pesar de que ellos siempre han sido partidarios de jugar a nivel del mar, donde el juego se ralentiza y les beneficia. Ocho tenistas y el capitán, Emilio Sánchez Vicario -del que hace un par de días se rumoreó que había presentado su dimisión- firmaron una durísima carta en la que tildan a Muñoz, entre otras cosas, de «dictador, manipulador y caprichoso». En el escrito manifiestan su malestar y desacuerdo con el primer dirigente federativo y con su gestión por entender que han sido continuamente engañados en las decisiones tomadas desde el inicio de su mandato. En el caso de la eliminatoria de la Davis que ha desatado la batalla, los jugadores dicen que para ellos no es una cuestión de si la sede es Madrid o no. Sobre todo, se quejan de haber sido engañados una vez más al no haberse cumplido la promesa de defender las condiciones preestablecidas por los protagonistas que libran los duelos en la cancha. También consideran que Muñoz ha mentido a algunas de las ciudades candidatas, entre ellas Gijón, Benidorm y Tenerife. Aunque en ningún momento lo afirman en su escrito, entre ellos existe la convicción de que la Federación está presionada por Madrid, ya que la Comunidad es patrocinadora oficial de la Davis y, además, la candidatura olímpica de 2016 quiere vender al mundo la imagen de una semifinal contra los estadounidenses en la Plaza de Toros de las Ventas. Los protagonistas quieren informar a la opinión pública, a las altas instituciones del Estado, a las federaciones territoriales y a los patrocinadores sobre las formas empleadas por Muñoz. En su documento, los jugadores y el capitán destacan que su objetivo será el de representar en las mejores condiciones posibles y con el máximo de garantía a España, y aseguran que no aceptan «esas maneras del señor Muñoz». «Los jugadores somos los que salimos a la pista y nos consideramos los principales perjudicados por las decisiones adoptadas», argumentan. Los jugadores anuncian que no participarán en ningún acto público o promocional de la Federación ni de sus patrocinadores mientras Muñoz esté al frente del organismo. Firman Emilio Sánchez, Rafael Nadal, Nicolás Almagro, David Ferrer, Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyà, Fernando Verdasco, Tommy Robredo y Feliciano López. El área de presidencia de la Federación envió una nota a los medios de comunicación para señalar que Muñoz no hará declaración alguna en relación con la carta firmada por el seleccionador nacional y los componentes del equipo español. Muñoz anunció que por el bien del tenis español sólo va a hacer un comunicado para que lo juzgue la sociedad, y en él estará todo el historial desde que Emilio Sánchez entró en la capitanía. ¿Dimisiones? Muñoz dijo que esa nota la están conformando y que luego la depositará en un notario hasta después de la semifinal contra Estados Unidos. «Por respeto a las sedes no puedo en este momento decir nada y prefiero sufrir en silencio lo que sucede; ahora no puedo defenderme y por eso es preferible dejarlo ahí», proclama Muñoz. Los pasos a seguir hasta mañana, día en que se dará el nombre de la sede de la eliminatoria, consisten en asistir a la reunión de la junta directiva, dar una rueda de prensa y comunicar lo que ocurre a los directivos. Muñoz dijo que no lleva ningún orden del día y a que a él no le pone ni lee quita nadie, salvo los que le votan. «Si mi directiva me pone en entredicho, entonces me iría», aduce. La dimisión de Muñoz pondría fin a este enfrentamiento. Los jugadores no quieren ir a Madrid por los 550 metros de altura sobre el nivel del mar. Consideran que en esas condiciones, por ejemplo, el fortísimo saque de Roddick consigue una velocidad especial. Algunas fuentes de la Federación recuerdan a esos mismos jugadores que en alguna ocasión se borran de las confrontaciones y no ocurre nada, tal y como sucedió con Rafa Nadal en la primera eliminatoria del grupo mundial contra Perú.