Fuentes dirá adiós a la temporada tras romper un ligamento cruzado

La desgracia se cebó ayer con el defensa de la Ponferradina Juan Fuentes y con el propio club blanquiazules. Se celebraba el entrenamiento matinal cuando en una acción fortuita el defensa de Ordes vio cómo se le venía encima Ismael Irurzun. La mala suerte hizo que el navarro descargara su peso contra la rodilla izquierda del pundonoroso futbolista coruñés, lo que hizo saltar las alarmas ya desde el primer momento. Una primera exploración del fisioterapeuta blanquiazul Carlos Fernández Sarmiento en el propio estadio ya hacía presagiar una noticia realmente nefasta. Horas después, Fuentes era observado por el doctor Álvaro Gómez y tras su exploración las sospechas de una lesión importante iban tomando cuerpo. Sin embargo, era necesaria la ratificación de una prueba de imagen para confirmar lo que ya en esos momentos parecía evidente. Fuentes fue sometido a una resonancia magnética con el fin de confirmar los diagnósticos y esta mañana se hará oficial lo que nadie quiere escuchar. El defensa de la Ponferradina sufre una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Es lo que barruntan los médicos a falta de conocer el resultado de la resonancia. Hace ahora dos años, la Deportiva se preparaba para afrontar la última eliminatoria de ascenso contra el Alicante y Fuentes parecía descartado por una rotura muscular. De hecho no jugó en Ponferrada y no tenía apenas opciones de hacerlo en el Rico Pérez. Sin embargo, para sorpresa de todos, apareció sobre el terreno de juego con un aparatoso vendaje y pudo ayudar a sus compañeros a conseguir el histórico ascenso a Segunda División. En esta oportunidad y pese al indomable carácter del lateral zurdo blanquiazul, Juan Fuentes ya ha dicho adiós a la temporada. Siempre es arriesgado hacer pronósticos sobre los plazos de recuperación de un deportista, pero se habla de medio año como mínimo para devolver la correcta estabilidad a esa articulación dañada. Juan Manuel Fuentes Fernández cumplirá 31 años el próximo mes de noviembre y prácticamente ha hecho toda su carrera deportiva en la Ponferradina, a la que llegó procedente del Compostela B, en la campaña 98-99. Es decir, que lleva una década en Ponferrada y ya es un berciano más. Obviamente, es el jugador más antiguo de cuantos componen el plantel de Amaral, aunque ha cedido el brazalete de capitán a Joaquín Bornes. Para su entrenador, David Amaral, la noticia es un palo importante porque sabe del rendimiento del gallego en el carril zurdo, justo ahora que se avecina el momento más importante del año, con las eliminatorias de ascenso. La desgracia se ha cebado con esa demarcación maldita en la que el gaditano Lucas sufrió la misma lesión. Ahora sólo le queda sano ahí Marco Ortega.