El Begar baja el telón a 349 días en la élite

El Begar puso punto y final a su segundo trayecto por la ACB y lo hizo sin poder ofrecer a la afición un nuevo triunfo. Y es que ayer el rival, el Estudiantes, no le otorgó ninguna concesión. La razón es obvia, le iba la vida, es decir, la salvación en ello y ante tal circunstancia los locales tuvieron que plegarse, no sin antes luchar hasta que las fuerzas y el acierto se lo permitieron. A pesar de que los leoneses no estaban por la labor de ponerle las cosas fáciles a los madrileños la necesidad fue la mejor medicina que el Estudiantes pudo aplicar en el juego. Perdió el salto inicial pero no la primera oportunidad para adelantarse en el marcador. Lorbek fue el encargado de mostrar las intenciones visitantes. Ni los dos lanzamientos convertidos por Jackson hicieron mella en el ánimo del Estudiantes que con un parcial de 0-10 establecía la primera ventaja de consideración en el marcador. Y es que a los madrileños ayer le salió todo, especialmente el acierto ante el aro. Con un 80 po r ciento en los lanzamientos de dos y un 60 en los triples a pesar de las intenciones locales no fue de extrañar que la primera entrega transitase con un Begar a remolque. Incluso en el juego interior los de Perasovic se llevaban la palma. Con 13-31 el finalizaba el primer cuarto. En ese momento, y dados los resultados acaecidos en otras pistas era el Valladolid, que perdía en Murcia, el que momentáneamente se condenaba a la LEB. Los diez minutos siguientes y previos al descanso apenas variaron la decoración con un Begar con más corazón que cabeza y un Estudiantes al que la quincena de puntos de colchón le otorgaba tranquilidad. Los cuatro triples de Lewis y los tres de Lorbek tenían mucha culpa de ello. Por su parte, los de Aranzana se atascaban una y otra vez en el tiro, especialmente un Bulfoni que se fue a vestuarios sin estrenarse. Sólo Otegui con siete puntos y Sundov con nueve respondían al vendaval de juego que aplicaba el equipo colegial. De ellos mismos dependía la salvación y esta vez se aplicaron sin conc esiones. Al descanso se llegaba con un claro 31-55. Con el choque roto el Begar intentó acortar distancias y con ello poner algo más de emoción al envite, pero esta vez sus ganas chocaron con un rival que se jugaba la vida y que de la mano de Sergio Sánchez primero y Gonzalo Martínez después no dejaba el más mínimo resquicio. Su reacción, no obstante, le llevó a situar su desventaja por debajo de la veintena de puntos 47-66 a poco más de un minuto para sellar el tercer cuarto. La victoria seguía muy lejos pero para despedirse de la ACB la gesta no era imposible (50-68). Los últimos diez minutos sobraban si no fuera porque el canterano Diéguez saltaba a la cancha anotando dos puntos ante el delirio de una grada que despidió a los dos equipos con aplausos, los locales por su entrega y los visitantes por su salvación.