Fin de curso agridulce (27-28)

Partido de sabor agridulce para el Ademar. Sin la tensión que da el hecho de tener ya hechos los deberes, los leoneses no pudieron brindar un triunfo a la afición en el último encuentro de la temporada. Con todo el partido fue una fiesta. Porque así se lo tomó el Ademar y porque sirvió para despedir con cariño a todos los que se van y porque además la derrota sirvió para mantener en la Liga Asobal a un histórico del balonmano español, el Teka Cantabria, campeón de Europa hace poco más de diez años que vive sus horas más bajas. Los dos querían ganar, pero al final la ansiedad y la codicia de los santanderinos fue más fuerte e inclinó la balanza de su l ado. Con todo, una salida fulgurante que puso al Ademar con un 3-0 a los tres minutos empezó a marcar el camino por el que discurriría el partido en los primeros treinta minutos. Con un Mikel Aguinagalde que jugó desde el principio desoso de demostrar que tiene un hueco en el equiupo y un Garralda inspirado el equipo leonés fue poco a poco aumentando la distancia con un Teka demasiado atenazado. Pasado el minuto diez se entró en una fase de toma y daca. El Ademar jugaba con la tranquilidad que da el tener los deberes hechos y el Teka con la angustia del que tiene el agua al cuello. Los cántabros endurecieron su defensa y empezaron a jugar con el cuchillo entre los dientes. En esas circunstancias la ventaja del Ademar se redujo aunque siempre se mantuvo en uno o dos tantos. Así hasta el minuto doce, momento en que el Teka empató a doce. Y otra mala noticia para el equipo leonés un minuto después: Uriales se lesiona en un tobillo y ya no puede seguir en pista. Pero el Ademar reacciona. Su juego al pivote -una delicia en ocasiones- está haciendo un roto en la defensa cántabra con Aginagalde como estilete. La falta de tiradores (ni Laluska ni Valcic fueron ayer de la partida) obliga a Ribera a cargar su juego de ataque en los pesos pesados. Con estas premisas, se llega a los primeros treinta minutos con ventaja ademarista clara de 15-12. En la reanudación el Ademar siguió marcando distancias e insistiendo en el juego al pivote en los primeros minutos, Pero el Teka le puso más ambición y volvió a tener a los leoneses a tiro de piedra. Con una defensa un tanto relajado y un Alilovic que no tenía su tarde, los cántabros se pusieron a un solo tanto de diferencia 24-23 en el minuto 19 gracias a un Spellerberg que revolucionó el partido. Y en ese estrecho margen se movió el partido en los minutos siguientes. Reñones, de los mejores de su equipo, puso el empate en el 22. Comenzaba una nueva historia a falta de ocho minutos con un Ademar espeso y un Teka que luchaba por sobrevivir en la Liga Asobal. El pivote Raúl Bartolomé adelantó a los cántabros en la jugada siguiente y su afición se puso al borde del delirio. A falta de cinco minutos sale de nuevo Danjel Saric. Ribera empieza a ver las cosas muy oscuras. En el minuto 28 con uno arriba el Teka (26-27), atacan los santanderinos baten a Saric pero el árbitro lo anula y da un respiro a un desdibujado Ademar. En la jugada siguiente empata Aguirrezabalaga. Queda un minuto, El Teka desperdicia su ataque. Su ruidosa afición se muerde las unas. El Ademar hace lo mismo en el suyo. Quedan algo más de diez segundos y el Teka se juega la vida en el último ataque.Los consiguen con un fly de Spelerberg. El delirio cántabro se desbordó.