Cristiano Ronaldo declara su amor al Manchester con un ojo en el Madrid

L a final de la Liga de Campeones era el comienzo. El final, el 7 de junio en la Eurocopa. En este espacio de tiempo, Cristiano Ronaldo desvelará si se convierte en uno de los fichajes más caros de la historia del balompié o jurará amor eterno a los colores del Manchester United. Después de conquistar la Copa de Europa, pidió un par de semanas para decidirse. Con elegancia y una sonrisa perfecta, ha dado respuestas sin mojarse en nada. «Algún día jugaré en España», dijo a las televisiones en un perfecto castellano durante una jornada de puertas abiertas antes de la final. «Yo estoy», le contestó enigmático a un reportero inglés después de vencer al Chelsea en la tanda de penaltis. Mientras despejaba cuestiones incómodas, Ronaldo sopesa qué hacer con su futuro. Con 23 años, ya ha tocado la gloria en el equipo inglés. Dos ligas consecutivas y el cetro europeo han devuelto a los 'diablos rojos' al primer plano europeo. El Manchester necesita a Cristiano Ronaldo como líder indiscutible, escoltado por Wayne Rooney y Carlos Tévez. Y apelando al proyecto deportivo, a su orgullo, al contrato en vigor (expira en 2012) y a un notable incremento salarial, el United pretende mantener los servicios del portugués. Por el contrario, Ramón Calderón quiere dar un golpe en la mesa al más puro estilo Florentino Pérez. Tiene dinero, unos 100 millones, y la inten ción de desequilibrar de una forma bárbara el mercado de traspasos. | d. roldán