Fase de ascenso a la Liga Femenina 2
El Aros deja escapar una ventaja de 17 puntos y el ascenso (59-60)
Las leonesas adolecieron de tranquilidad para imponerse a un Ibaizábal que no fue superior Pascua, Lima y Revuelto, vitales frente a Angola
El Aros dejó escapar ayer su cuarto tren hacia la Liga Femenina 2 y lo hizo de manera incomprensible dilapidando hasta 17 puntos de renta que reflejaba el marcador en el segundo cuarto. Pero en el tercero el miedo a ganar y numerosos errores en el ataque permitieron que el Ibaizábal recobrase ánimos y con ello se metiera de nuevo en el encuentro para desgracia de las leonesas que necesitaban siete puntos de margen al finalizar el choque para sellar de manera matemática y sin depender de otros resultados su ascenso a la categoría de plata del baloncesto femenino español. Fue un choque a cara de perro porque el Aros necesitaba el triunfo por siete puntos o ganar y esperar a lo que hicieran el Unami y el Gernika. Mientras que las vascas, con dos triunfos a sus espaldas, requerían la victoria o perder por escaso margen. Las leonesas salieron desde el primer minuto de juego dispuestas a llevarse el gato al agua. Así, de la mano de Gusi y Judtih lograban cerrar los diez minutos iniciales 14 puntos arriba. El segundo cuarto apenas varió la decoración posibilitando incluso que ampliaran su renta. Con buena parte del camino hecho, el descanso no sentó nada bien al Aros que en la tercera entrega dejaba escapar buena parte de su colchón de seguridad de manera elocuente. Su buen juego ofensivo y la defensa que había maniatado a las americanas del Ibaizábal empezaba a hacer agua y con ello devolvía el choque a una cierta igualdad que se mantuvo en los últimos diez minutos. A pesar de intentarlo la dinámica ya no favorecía a un Aros que puso toda la carne en el asador hasta que las fuerzas le acompañaron. Además, la escasa aportación del banquillo fue otra piedra en el camino del Aros. Por su parte las vascas, seguras de sus fuerzas, se limitaron a aprovechar sus opciones para mantenerse a la estela de las de Moses. Los últimos instantes fueron un querer y no poder. Ni siquiera el triunfo les sonrió porque el Ibaizábal en la última jugada lograba una canasta que sellaba su éxito y llevaba la tristeza al plantel y seguidores del Aros.