Diario de León

El ajedrez como expresión de un estilo inconfundible

Este letón que nació justo dos meses antes de que Fischer se proclamara campeón del Mundo ha estado varias veces en el Magistral leonés, ganándolo en 1995 y en el 2004

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Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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Cuando en la élite del ajedrez se habla de Alekséi Shirov de inmediato se sabe que se está hablando de la creatividad sobre el tablero. Este letón que nació justo dos meses antes de que Fischer se proclamara campeón del Mundo ha estado varias veces en el Magistral leonés, habiéndolo ganado en dos ocasiones, 1995 y 2004. Imprevisible, genial, romántico y un poco despistado Alekséi representa en el ajedrez lo que Leonardo en la pintura, lo inasequible. Aprendió a jugar al ajedrez a los 4 años, por las enseñanzas de su hermano mayor. Y aunque pueda parecer sorprendente perdió todo interés por el juego abandonándolo por completo, llegando incluso a olvidar todo lo que había aprendido. Cuando tenía 7 años su hermano volvió a intentar que Alekséi se sentase delante de un tablero y esta vez tuvo más éxito. Shirov fue progresando lentamente y con 11 años produjo una obra de arte digna de un maestro experimentado. Esta partida incluso llamó la atención de su compatriota Miguel Tahl, por lo que Alekséi pudo conocer al gran jugador cuyas partidas le habían fascinado desde niño. A la edad de 14 años Shirov logra el tercer puesto en el Campeonato de Letonia. En 1988 se proclama Campeón del Mundo sub 20, con 10,5 puntos en 13 partidas, en Timisoara, Rumanía. En 1989 alcanza su primera norma de Maestro Internacional en el Open de Budapest y obtiene sus primeros éxitos en los torneos de Daugavpils (Dünaburg) 1989 (cuarto puesto) y 1990 (primer puesto). En Mayo de 1990 obtiene su título de Gran Maestro, venciendo en el Torneo de Estocolmo y se proclama Subcampeón mundial juvenil empatado a puntos con Ilia Gurevich. En 1991 fue fichado para jugar en la Bundesliga con el equipo de Hamburgo. En esa misma liga, tras su paso por el Lübeck, milita actualmente en las filas de su principal equipo, el OSC Baden-Baden. A partir de 1994 Alekséi Shirov se instala en la élite del ajedrez mundial al alcanzar el tercer puesto del ranking FIDE. Gana varios torneos y en 1998 es segundo, a sólo medio puntos del vencedor, Anatoly Karpov en el Torneo Internacional de Ajedrez Ciudad de Linares, considerado el Wimbledon del Ajedrez, en el que se dieron cita los siete primeros clasificados del ranking FIDE y que muchos consideran el más fuerte de toda su historia. Ya en 1994 y 1995 había sido tercero en ese mismo torneo. En 1999 logra imponerse, por 5,5 a 3,5 puntos, en el Match de Candidatos de la PCA contra Vladimir Kramnik ganando un puesto para disputar ante Kasparov el título de Campeón del Mundo de Ajedrez Clásico. Sin embargo Kasparov pone muchas trabas e impide que se dispute el título, en una maniobra que se conoce como «El timo de Cazorla» , para a continuación finalmente hacerlo con Kramnik , quien se proclamaría Campeón del Mundo en esa categoría. Uno de sus mayores éxitos ha sido alcanzar la final del Campeonato del Mundo FIDE, en Teherán 2000, donde perdió ante Viswanathan Anand. En 2002 se proclamó campeón de España en Ayamonte. Es el número 1 en el ranking español y está nacionalizado en nuestro país desde 1996. En abril de 2007, ganó en 2 de los 3 torneos del festival de ajedrez Cañada de calatrava, en España, a ritmo activo, 25 minutos por jugador y al sistema Fischer. Una brillante actuación, lo que demuestra su amplios conocimientos en el ajedrez. En 2007 perdió la final de la Copa del Mundo de ajedrez ante el estadounidense Gata Kamsky. Su estilo recuerda en gran medida al de su compatriota Miguel Tal, pero su comprensión del ajedrez bordea las regiones de lo milagroso. Destaca sobre todo por su elegancia, y si como dijo Wilde, «el estilo es la vida» la de Shirov debe de ser especialmente emocionante tanto dentro como fuera del tablero. Jugador de ataque que busca complicaciones a cualquier precio es heredero de las enseñanzas de Mijaíl Botvínnik , Campeón del Mundo y fundador de toda una escuela de ajedrez en Rusia , fundamentada en la lógica y los resultados del trabajo analítico. En un encuentro con Kramnik en el Torneo de Linares de 1993 realizó una famoso movimiento que produjo una gran controversia a nivel mundial. Movió dos veces su torre a la casilla e4 ofreciéndola en sacrificio, lo que fue considerado un error por muchos jugadores. Sin embargo Shírov publicó las variantes que demostraban que el sacrificio era correcto. Al año siguiente, en ese mismo Torneo de Linares volvería a vencer a Kramnik sacrificando de nuevo una torre y acabando de una vez por todas con la polémica. Contra Veselin Topalov realizó un movimiento de alfil que es considerado por muchos como uno de los más sorprendentes de la historia del ajedrez, desplazando la pieza a la casilla h3 y ofreciéndola en sacrificio con el fin de que uno de sus peones se coronara dama a la vez que impedía a los de su adversario lcanzar la última fila. Su repertorio de aperturas es variado y extenso, teniendo predilección por aquellas que muestran variantes agudas y de doble filo como la Apertura española, la Defensa Siciliana, la Defensa India de Rey , la Defensa Semieslava y la Defensa Grünfeld . Opiniones extrañas de Fischer Si algo molesta a Shirov es que la gente mienta y exprese opiniones ajenas a la verdad. Esto parece que ocurrió con el recientemente fallecido Bobby Fischer quien en cierta ocasión dijo que las partidas entre Kasparov y Shirov estaban amañadas. ««No todo lo que dijo me gustaba. Por ejemplo, cuando estaba disputando mis partidas contra Kasparov, dijo que todas habían estado arregladas previamente. Me entró la risa, pero me pareció de mal gusto. Hablaba de una partida mía de cuando yo tenía 19 años y que ésta estaba arreglada. Ha sido un gran personaje, a pesar de algunas cosas que ha dicho y hecho que no eran buenas. Que descanse en paz», dijo en una entrevista en Chessbase. Respecto al juego del americano Shirov fue contundente al señalar que «en su tiempo fue el mejor de los mejores. No sé si en el año 75 hubiera ganado a Kárpov porque Anatoly era muy fuerte también, pero algunas chances habría tenido. Pero en 1972 Fischer ya tenía en su mente que no iba a volver a jugar al ajedrez. A partir de 1972 no estudiaba tanto como antes. Por eso en 1975 no estaba claro si Fischer sería mejor que Karpov». Shirov asegura que aprendió mucho de Fischer, sobre todo de sus partidas con blancas. «Creo que lo que más se aprende de las partidas de Fischer es el juego concreto del ajedrez porque antes de él, se subestimaba bastante. Había jugadores posicionales y tácticos. Spassky y Fischer mostraron que un jugador tiene que ser universal y jugar bien cualquier fase de la partida, sea la apertura, el medio juego o el final». Pero Shirov no tiene nada que envidiar a los más grandes porque él es uno de ellos y más pronto o más tarde el título máximo descansará sobre sus sienes. Nadie tiene la más mínima duda de ello.

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