Templarios contra romanos El presidente «pecholata» está al frente de la expedición

La Sociedad Deportiva Ponferradina tratará de acercarse esta tarde un poquito más a su sueño de retornar a la Segunda División. El Toralín albergará la segunda parte de una eliminatoria que los de Amaral se traen bien encarrilada de Mérida. Pero el trabajo no está concluido y por eso será necesario rematar la faena después en otros noventa minutos que se presentan apasionantes por lo mucho que se ventilan bercianos y emeritenses. A estas alturas ya hay pocas cosas que puedan sorprender al enemigo. Pese a todo, David Amaral sigue optando por encerrarse con los suyos en El Toralín para preparar los encuentros decisivos. De este modo no es fácil adivinar qué pasa por la cabeza del técnico canario, aunque tampoco era sencillo acertar la alineación cuando ensayaba en vísperas de un partido de liga. Sea como fuere, los locales podrían presentar una única variación con respecto al choque de ida y además estaría obligada por la sanción disciplinaria de Ricardo Santamaría. El resto del equipo tiene muchas posibilidades de ser el que ya jugó en el Estadio Romano. Para suplir al portugués en el centro del campo Amaral tiene varias opciones. Durante la liga han venido jugando en el medio centro Elías y Dani Borreguero, algo que podría repetirse hoy. Por delante de esa pareja volvería a estar un Sergio Mantecón que fue probablemente el mejor de los blanquiazules en Mérida, con Teo y Rubén Vega en las bandas, si es que el maragato no se resiente después de pasar varios días afectado por la gripe. Cabrero seguiría en la portería y De Paula en el ataque, con una zaga que tampoco sufriría cambios, integrada por Pepe Alcaide, Nacho, Joaquín Bornes y el «perdonado» Marco Ortega. Hoy toca jugar con cabeza Los grandes equipos son los que distinguen la intensidad necesaria en cada momento. Es decir, son los que saben «leer el partido» con claridad. Y el de esta tarde tiene escrito un mensaje nítido que aconseja guardar bien el marco propio, por encima de cualquier otra cosa, sin dejar de mirar hacia Orlando Quintana a poco que el Mérida se descubra en retaguardia. Los de Goran Milojevic tienen que hacer dos goles para pasar la eliminatoria y eso les obliga a atacar. Seguramente no se volcarán sobre la portería de Cabrero, porque sería casi un suicidio. La Deportiva debe limitarse a esperar su momento y sacar partido de la dinamita que tiene de medio campo para arriba, como ya hizo en el Romano. Campo: El Toralín Árbitro: Sangües Oscoz (vasco) Hora: 19.00