Alonso no arriesga con la lluvia y firma el décimo tiempo en Canadá

Ondeaba la bandera a cuadros cuando Felipe Massa marcó el mejor tiempo en Montreal. El brasileño de Ferrari no dio ninguna opción a sus rivales y dominó la sesión con una autoridad sorprendente. El piloto ha cogido confianza tras sus victorias y se reivindica como el líder de la escudería italiana. En segunda posición se clasificó Robert Kubica, que parece haber olvidado el tremendo accidente que sufrió el año pasado en esta misma pista. Tras los dos se situaron los McLaren, Raikkonnen y Nick Heidfeld, mientras que Fernando Alonso se situaba en décima posición. El comienzo de la sesión fue sobre el trazado totalmente mojado. Las previsiones de buen tiempo no se cumplieron, algo habitual en Montreal, y el cielo dejó caer una intensa lluvia, lo que obligó a los pilotos a rodar con las ruedas para lluvia. Esta situación permaneció durante más de una hora. En los últimos 25 minutos dejó de llover y la pista se secó. Los pilotos montaron los compuestos blandos y súper blandos que Bridgestone ha transportado hasta el circuito. Ahí fue donde los tiempos comenzaron a bajar de forma vertiginosa. No hubo mucho movimiento en la pista debido a las difíciles condiciones. Los dos pilotos de Toyota, Timo Glock y Jarno Trulli, fueron los que más vueltas dieron al trazado de la isla de Notre Dame, 28 y 31, respectivamente. Massa por su parte sólo dio 14 y Fernando Alonso una menos, 13. Hamilton esperó hasta el final para salir a rodar, y tan sólo dio 8. También, y como era de esperar, algunos se salieron de la pista, como fue el caso de Fernando Alonso, Button, Trulli y también el compañero del español en Renault, Piquet, aunque afortunadamente ninguno rozó los muros de protección. Circuito nuevo La única prueba de las Fórmula 1 en América ha cambiado la cara. Los organizadores canadienses le han dado un lavado de cara al trazado, como la curva donde Kubica chocó de forma espectacular el año pasado. La medida tomada para que la curva sea más segura, es el haber acercado el muro más a la pista. Algo que aunque pueda parecer extraño, resulta eficaz, ya que asegura que el ángulo de impacto sea mucho menor en el caso de que un coche se salga en ese lugar. Según los responsables del trazado quebequés, las obras del paddock y la sala de prensa han costado unos tres millones de dólares. Y todo para que el circuito goce de los mejores medios para perpetuarse en el Gran Circo de la F-1.