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a.e. | neustift
León

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En la concentración de la selección todos los periodistas buscaban la melena rubia del «9» de España. Querían conocer de su propia boca qué ocurrió en el cambio frente a Rusia y si había algún tipo de explicación al clásico calentón del sustituido y que se ha convertido en un muladar de todo tipo de interpretaciones. Fernando Torres no subió al púlpito de la sala de prensa, pero sí cumplió con las entrevistas que tenía pactadas para el día de hoy. Hace tiempo que «El Niño» ha madurado y nunca rehúye la cara a las situaciones comprometidas. Zanjó la polémica con unas palabras sensatas: «No hay ningún lío montado. He hablado con el entrenador. Es un cambio más y no hay ningún problema. No he tenido nunca ningún problema con los entrenadores. Me parece lamentable que se esté dando tanta importancia a estos temas cuando España viene de ganar cuatro a uno a Rusia». Códigos desde los 16 años «Siempre ocurre lo mismo. Los códigos del vestuario que me ha enseñado Luis desde que tengo 16 años, son los que tienen que servirme para todo esto. Las cosas del vestuario y las cosas del equipo tienen se hablan en el vestuario. Nunca haría un mal gesto al entrenador. Todos los jugadores estamos a muerte con el seleccionador», añadió. Con esta contundencia, el jugador ha querido suavizar la polvareda que se ha levantado con su mal gesto y las posteriores palabras encriptadas de Luis Aragonés con el objetivo de evitar caras largas o fisuras en el grupo. Para el seleccionador es muy importante la cohesión dentro del equipo. No es recomendable que se abra la veda para que los jugadores se desplanten ante sus compañeros por el simple hecho de ser cambiado en un encuentro. Por ese motivo se rebrincó Luis y lo aireó. Quizás no fue la decisión más acertada para apagar un pequeño fuego. Lo hizo y abrió el debate, que posiblemente tendrá algo de vigencia pese a que el siguiente compromiso se encuentra a la vuelta de la esquina. Otro cambio de Torres frente a los suecos serviría para todo tipo de interpretaciones aunque fuese bueno para los intereses del equipo, como se demostró frente a los rusos. El asunto Torres ha puesto nerviosa a mucha gente, pero ya está zanjado.

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