Fútbol | Eurocopa 2008
Buffon mantiene viva a Italia Holanda desnuda a Francia
El portero con otra gran actuación y el rechace de un penalti salva a la campeona del mundo Los de Van Basten revalidan su vitola de favoritos con un partido soberbio ante los galos
Gianluigi Buffon, con otra actuación determinante y el rechace de un penalti lanzado por Adrian Mutu en el minuto 82, mantiene con vida a una pobre selección italiana, que se vio en desventaja y no pudo más que empatar ante una Rumanía que puede maldecir la oportunidad desperdiciada (1-1). Rumanía lo tuvo todo para ganar, pero le faltó convicción. Italia fue muy poco campeona del mundo, pero cuenta con jugadores para jugárselo todo a un carta en la última jornada. Cuenta, sobre todo, con Buffon, que tras las críticas recibidas por el partido ante Holanda (3-0) volvió a demostrar por qué lleva tanto tiempo en la cumbre y fue determinante en el punto sumado por su equipo. Y eso que Italia necesitaba la victoria y quería cambiar la imagen dada contra Holanda. Para ello, Donadoni hizo hasta cinco sustituciones respecto al conjunto que fue goleado la jornada precedente. Quería el balón y para eso contó con Alessandro del Piero y Daniele de Rossi. Sin embargo, el campeón del mundo no asustó al rival, al contrario fue una Rumanía mucho más decidida que la que debutó contra Francia la que mereció ponerse en ventaja en el marcador en un arranque espectacular. Con empate a uno en el marcador, Mutu vio demasiado pequeña la portería en el momento de lanzar el penalti y Buffon se agrandó hasta despejar el balón, para mantener vivo a su equipo. Holanda se deshizo a lo grande de los bleus (4-1), con lo que se asegura la primera plaza en un grupo que los otros tres equipos se jugarán la segunda en la última jornada. No fue un fútbol de continuidad, como el ofrecido ante los de Roberto Donadoni. Jugaron más a lo práctico y con una pegada brutal, ante un rival de más entidad que los transalpinos, pero con prácticamente el mismo resultado final. Fue determinante en la suerte del partido la entrada de Arjen Robben. Salió en la segunda mitad, protagonizó la jugada del 2-0, además de marcar el 3-1, en una acción psicológica, justo un minuto después de que Henry hubiera acortado distancias. Ni Ribéry multiplicado, con libertad total de movimientos, ni la referencia de Thierry Henry, el esperado, que por fin jugó y marco; ni la entrada de Sidney Govou o Patrice Evra; ni tampoco la certeza de jugar mejor que Holanda durante muchos minutos. Francia se encontró desnuda en la primera vez que los de Van Basten llegaron a la portería de Coupet. Marcó Dirk Kuyt en el minuto 9 y aparecieron los fantasmas en el equipo de Domenech. Los «oranje» están a tal nivel que con poco les basta. Golearon sin piedad.