«El objetivo en las olimpiadas es clasificarnos para la final»

Noemí Feliz es una de las más grandes deportistas que ha dado la comarca berciana y eso que todavía tiene diecenueve años y, por lo tanto, puede dar muchas más alegrías en lo sucesivo. De momento ya es la deportista más joven de la comarca que se ha ganado el derecho a participar en unos juegos olímpicios y eso ya es como para sentirse orgullosos de ella. El pasado fin de semana pasó fugazmente por su Bembibre natal para ver a la familia durante unas horas, antes de iniciar una gira por varios países que concluirá dentro de algo más de un mes, cuando emprenda viaje hacia la capital de China. ­-¿Cuándo empezó a hacerse a la idea de que podía ir a los juegos olímpicos de Pekín? -Cuando me llamaron para asisitir a las concentraciones con el equipo nacional, ahí ya tenía muchas esperanzas, aunque hasta que no lo confirmara el seleccionador no podía estar segura de ello. -¿Cómo se sintió al conocer la noticia de su convocatoria? -Me sentí muy contenta porque ves que tus sueños se hacen realidad por fin. -¿Ha costado mucho llegar aquí? -La verdad es que sí, al principio de este ciclo olímpico me fui a la Blume para preparme, pero luego tuve un bajón y todo se complicó. -¿Por qué ocurrió eso? -No sé las razones, pero lo cierto es que no había resultados porque no me iba bien el métido de trabajo del entrenador que era Paulus Wildeboer. -Y entonces decidió irse a Valladolid... -Así fue, salí perdiendo en lo económico porque en el Club Natación Sabadell estaba mejor remunerada que en el Gimnasio de Valladolid, pero yo me sentía más a gusto con mi entrenador actual, que es Vladimir Kupliakov y sacrifiqué lo económico por lo deportivo. -Y parece que acertó. ¿Con quién nadará en el equipo de relevos del 4X200 libres? -En el equipo estamos Erika Villaécija, María Fuster, Melani Costa y yo mismo, claro. -¿Fue difícil llegar aquí? -Mucho porque había muchas candidatas al conocer que había plaza para el equipo de relevos y todas se esforzaron nadando los 200 libres. -Conseguido el primer paso ¿cuál es el objetivo para Pekín? -Meternos en la final, algo que va a ser muy difícil dado el alto nivel de los países participantes. -Hace una semana pulverizó su récord personal de los 200 libres dejándolo en 2:00:60 ¿se puede mejorar? -Por supuesto, mi reto es bajar de los dos minutos. -Con 19 años ¿no le llega un poco pronto una cita como ésta? -Para nada, esa es una edad ideal para una nadadora, soy joven pero estoy preparada para ir a la olimpiada, aunque impresiona un poco. -En la piscina va genial, pero ¿cómo lleva los estudios? -Sólo regular porque este año estoy entrenando fuerte y compitiendo a menudo, empecé empresariales y lo tengo un poco apartado, tendré que centrarme en ello a la vuelta de las olimpiadas. -En el aspecto personal ¿todavía continúa conservando a sus amigos de Bembibre después de tantos años fuera de casa? -Mantengo a algunos de los que tenía cuando me fui y ahora además he hecho otros nuevos que me apoyan un montón e incluso van a verme de vez en cuando a las competiciones o a la Residencia que tenemos en Valladolid. -Lleva muchos años sacrificándose para ser alguien en la natación ¿nota que merece la pena tanto esfuerzo cuando llega una buena noticia como ésta? -Está claro que ir convocada a unos juegos olímpicos es lo máximo para un deportista y te sientes reconfortado ante los malos momentos que hayas podido pasar practicando la natación. -Y en el aspecto crematístico ¿se puede vivir de este deporte? -Es evidente que la natación no da para vivir, no está tan profesionalizado como otros deportes. -¿Con qué ayudas cuenta en la actualidad? -Mi club que el Gimnasio de Valladolid me concede una pequeña cantidad económica. También me echa una mano el Ayuntamiento de Bembibre y ahora se ha sumado igualmente la Diputación de León. A todos ellos les agradezco su apoyo, aunque mi principal patrocinador ha sido y sigue siendo mi propia familia. -¿Se siente reconocida en su tierra? -Bueno, a ver si este año que soy olímpica alguien me propone para la Gala del Deporte de mi pueblo porque desde que era una niña no me han vuelto a nominar. De pequeña quedaba campeona de España a menudo, pero parece que ahora lo que hago no tiene tanto mérito y está claro que las cosas son cada vez más difíciles.