Kubica llega a Francia de líder y Alonso con ganas de puntuar

Ocurra lo que ocurra este fin de semana en el circuito de Magny-Cours, escenario del Gran Premio de Francia, el Mundial de Fórmula 1 seguirá marcado por la igualdad y la incertidumbre después de alcanzar el ecuador. Tras siete pruebas disputadas, cuatro pilotos han logrado subir al primer peldaño del podio: Massa ganó con su Ferrari en Bahrein y Turquía, su compañero Raikkonen se impuso en Malasia y España, Hamilton dio el triunfo a McLaren en Australia y Mónaco y el polaco Kubica, a los mandos de un BMW, protagonizó la gran sorpresa en Montreal. Prueba inequívoca de que no existe un dominador claro es el liderato provisional al frente del campeonato de Kubica, que suma 42 puntos como premio a su regularidad. Le siguen Hamilton y Massa, empatados a 38, mientras que Raikkonen aparece en la cuarta plaza con 35. A todo esto, Fernando Alonso está cada vez más lejos de los puestos de cabeza, ya en este momento es noveno con 9 puntos, sumados gracias a su cuarto puesto de Australia, al octavo de Malasia y al sexto de Turquía. Paupérrimo bagaje para todo un bicampeón del mundo. El asturiano no ha tenido grandes éxitos en esta prueba. Consiguió la pole position en 2004 y 2005, y ganó sólo en 2005. Fue segundo en 2004 y 2006 y el año pasado acabó séptimo. La gran motivación de Fernando se fundamenta en el hecho de que Renault corre en casa. La marca francesa ha preparado algunas mejoras importantes para esta carrera, especialmente aerodinámicas, ya que en el apartado motor la congelación tecnológica cumple su segundo año e impide progresos notables. Sólo se puede trabajar en mejorar la cartografía y el rendimiento del motor con avances en elementos externos como refrigeración, alimentación etc. «Correr en este Gran premio es algo especial para mí. Siempre hay mucha gente vinculada a Renault siguiendo la carrera y luciendo los colores del equipo, lo que supone una enorme motivación», precisó.