Rusia, en plena forma El líder de la contrarrevolución

La forma física de Rusia, la que asom bró a todos en el duelo que le ganó a Holanda en los cuarto s de final de la Eurocopa, es la gran preocupación de Luis Aragonés y sus jugadores a dos días del enfrentamiento de semifinales, el último peldaño para la gran final. Es un asunto que preocupa a Luis desde que conoció que Rusia iba a ser el primer rival de la Eurocopa. El entrenador lo avisó en Huelva a finales del mes pasado, en vísperas del partido amistoso ante Perú. Dijo Luis entonces que el debut de la Eurocopa se iba a producir contra un enemigo veloz y muy dotado físicamente. Lo explicó porque conoce que por causas climatológicas, la Liga rusa empezó el 14 de marzo, por lo que hasta la fecha se han disputado sólo once jornadas, mientras el Zenit de San Petersburgo, el campeón de la Uefa, sólo lleva disputados seis partidos. Todo lo contrario de lo que sucede en la Liga española, en la que los jugadores llegan al mes de junio con las reservas casi agotadas, con muchos partidos en sus piernas. Es un factor muy importante, que puede desequilibrar una eliminatoria de un solo partido a un lado u otro. Así lo ve Xavi Hernández. El centrocampista del Barcelona declaró que el «factor físico puede ser determinante en el partido». «A Holanda les ganaron con una impresionante forma física. Por ahí pueden tener un punto a favor, aunque nosotros estamos también bien. Ellos no son sólo Arshavin. Tienen más jugadores importantes, como el lateral izquierdo o Pavlyuchenko». El defensa Álvaro Arbeloa fue de la misma opinión. «En el primer partido pudimos ver, pese a ganarles, que son bastante peligrosos. Evidentemente con Luis estudiamos al rival pero nos preocupa más nuestro equipo», aseguró. «Vamos a tener que estar muy bien para ganarles porque físicamente están un pelín por encima del resto y con mucha confianza. Va a ser importante empezar marcando», agregó. Por eso Luis quiere a todos sus jugadores a tope, incluido Marcos Senna, que salió medio tocado del partido ante Italia de los cuartos de final. En el entrenamiento vespertino se pudo comprobar que tanto el mediocentro del Villarreal como el resto se encuentran en perfectas condiciones para afrontar las semifinales, y así lo confirmó el doctor Jorge Candel. Luis Aragonés ensayó ayer por la tarde con el once que alineará ante los rusos, el mismo que dispuso ante Italia: Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Marchena, Capdevila; Senna; Iniesta, Xavi Hernández, Silva; Villa y Torres. Aragonés va a ordenar a sus jugadores que presionen bien en el centro del campo al rival. Que ejerzan una «presión de verdad» para recuperar balones y sorprenderles en velocidad. El otro asunto de la jornada, que colea desde que la Roja superó la fatídica ronda de los cuartos de final, es la posibilidad de que a Aragonés se le ofrezca la renovación de su contrato, que expira después de la Eurocopa, por dos años más. Algo, cuando menos, sorprendente, pues con Vicente Del Bosque hay un acuerdo verbal desde hace tiempo. No obstante, Luis se dejó querer esta semana, cuando fue cuestionado por esa hipótesis. Repitió que todo se ha terminado, pero volvió a sacarle brillo a su currículo como seleccionador. No le importó la pregunta. Y Xavi dijo del seleccionador que, se vaya o no, siempre estará en el corazón de los jugadores. «Es un técnico que nos ha marcado a todos. Nadie puede hablar mal de Aragonés, pero el que siga o no, no depende de nosotros. Depende de la Federación y, más que nada, de él mismo», comentó. Ayer fue el último entrenamiento de España entre montañas del Tirol en Neustift, donde llegó el pasado 5 de junio y ha trabajado siempre con plena tranquilidad. Tanta que hasta última hora no se ha decidido quedarse en Viena desde la previa de semifinales y descartar la opción de regresar si se llega a la final. Mago que encarama a la elite del fútbol internacional a países hasta entonces desahuciados. Rey Midas que transforma todo lo que toca en el oro del éxito. Holandés errante que acude a la llamada de desafíos en continentes lejanos siempre que estén bien remunerados y al que ofrecen pasaportes o ciudadanías en recompensa a sus proezas. Guus Hiddink, trotamundos del balón globalizado, ha instalado su corte de los milagros en tierras austrosuizas con la última producción emanada del retablo de sus maravillas: la contrarrevolución rusa al amparo del neocapitalismo oligarca para rescatar al fútbol de la antigua potencia europea del letargo poscomunista. El entrenador holandés con mejor palmarés después de Rinus Michels es un mercenario a sueldo del mejor postor. Tras conducir a Holanda a las semifinales del Mundial de 1998, a Corea del Sur a la antesala de la final de 2002 y a Australia hasta los octavos de Alemania-2006, las novias futbolísticas le llovían por todas partes con dotes consecuentes al caché del pretendido. Los surcoreanos desembolsaron un millón de dólares por los 18 meses de una misión que parecía imposible. Se desconoce el importe exacto de la suma -a buen seguro astronómica- que Frank Lowy, segunda fortuna de Australia y presidente de su federación, puso sobre la mesa para que se hiciera cargo de los socceroos los días laborables en las antípodas mientras continuaba los fines de semana con el PSV en Eindhoven. Conocedor de estos antecedentes, en agosto de 2006 Roman Abramovitch, el magnate ruso propietario del Chelsea, le convenció con dos millones y medio de poderosas razones, tantas como euros anuales, para que aceptara el sueño dorado de ser el primer seleccionador extranjero de Rusia.