Tenis | Wimbledon
Nadal-Federer, duelo en la hierba inglesa
El suizo busca su sexto título ante el español, que sueña con el triunfo
Personalizan una nueva generación de gigantes del tenis mundial. Roger Federer y Rafael Nadal, los dos mejores jugadores del momento, se reencontrarán a partir de las 15.00 horas en la final de Wimbledon, su tercera consecutiva, dispuestos ambos a poner otra firma suya más en la historia de este deporte. De alguna manera, era la final anticipada y también la soñada por muchos gurús de la raqueta. Dos monstruos. Dos estilos opuestos. La precisión y la elegancia del suizo versus la pasión y la determinación del español. La meta de Federer es clara, encadenar su sexto trofeo en este césped y superar con él el récord del sueco Bjorn Borg. Sería el primer jugador en la Era Open que lo consigue en el All England Club y se convertiría, a la vez, en el segundo de la historia de esta competición que logra esa proeza, después de William Renshaw en 1881. Nadal, tetracampeón en Roland Garros, quiere cumplir un sueño y demostrarse que en la hierba tampoco tiene límites. Es la «peor final» que le podía tocar al español, según sus propias palabras. El helvético lleva 231 semanas consecutivas ostentando el número 1, un tiempo récord. Nadal, por su parte, le sucede en el ránking como número 2. Lleva 153 semanas seguidas. Con su puntuación actual, en la era de Sampras -quien logró 7 Wimbledon aunque no de forma consecutiva- y de no existir Federer, el español ocuparía, matemáticamente, esa posición privilegiada. «Supongo que para él debe ser duro no poder ser número uno, sin importar lo que haga, al igual que debe serlo para el número tres», comentaba ayer el campeón de Wimbledon. Irónicamente, el saldo de pulsos disputados entre ellos hasta la fecha favorecen al balear. Ha ganado 11 de los 17 partidos librados con el primer favorito. Para este dato, Federer también tiene réplica. El suizo resalta que diez de esos choques fueron dilucidados en tierra, el terreno de Nadal, donde el número uno tan sólo ha logrado tener la última palabra ante el zurdo de Manacor en una ocasión. Previsiblemente podría tratarse de una de las finales más «reñidas» en Londres. El Nadal que se mueve ahora por la superficie rápida como una bestia no se parece al que retó a Federer hace tres años en la «Catedral». La mejoría de su técnica en el césped no ha pasado desapercibida y ya lo ha demostrado.