Manuel Martínez llega a Pekín

El atleta leonés Manuel Martínez partió ayer hacia sus cuartos Juegos Olímpicos con la meta de ser finalista, puesto que las medallas, según ha explicado con anterioridad el lanzador de peso, «son muy difíciles debido al nivel de los tres americanos, que están entre los diez mejores lanzadores de toda la Historia». Manuel Martínez no quiso pronosticar el papel de España en los Juegos ya que ha estado tan concentrado en los Juegos que desconoce «la actualidad del deporte español», mientras anunciaba que está en su mejor momento. El de Villadangos marchó a China con el resto de la expedición española que, con los «deberes muy bien hechos para la cita». Emprendió viaje a Pekín para participar en el difícil examen que enfrentará a 205 países y en el que tendrán la oportunidad de «dar todo lo que llevan dentro y competir por España». Así lo dijo en el aeropuerto de Barajas el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, que ha viajado con los deportistas en un Jumbo para unas 400 personas. Sin atreverse a decir con exactitud con cuantas medallas regresará el equipo español, Lissavetzky se ha limitado a manifestar que «hay muchas opciones y en más deportes que nunca», mientras destacaba la gran preparación del grupo, pero sin olvidarse de que «también cuenta el punto de la suerte». Para el secretario de Estado es un «honor como español» que los deportistas hayan querido estar en la villa olímpica y se ha felicitado por la «unión que hay entre el equipo como se ve en esta terminal». Gran ambiente en Barajas Teñida de amarillo por las camisetas de los deportistas, la terminal 1 del aeropuerto de Barajas fue en la jornada de ayer un hervidero de sonrisas, cánticos y abrazos. En el avión en el que iba Manuel Martínez viajaba también el abanderado del equipo español, el piragüista gallego, David Cal, muy orgulloso de haber sido elegido para esta misión y decidido a conquistar el oro. Del resto de la expedición española, las más efusivas fueron las compañeras de entrenamiento de las gimnastas, que no cesaron de animar a sus colegas, entre las que se encontraba Almudena Cid, quien dijo estar «muy feliz porque ha llegado el gran día del viaje». Cid relató que le han regalado varios amuletos de la suerte, uno de los cuales es una máscara antigás para evitar la polución de Pekín. La contaminación es algo que no preocupa mucho al ganador del Giro, Alberto Contador, quien dijo que «nos afectará a todos. Estaremos en las mismas condiciones».