Juegos Olímpicos | Pekín 2008
Phelps iguala los siete oros de Spitz Phelps se defiende: «El marcador dice que puse la mano primero en el muro»
Una sola centésima dio la victoria al norteamericano en una final de los 100 metros mariposa no exenta de polémica al presentar la delegación serbia una reclamación que no prosperó al considerar que el vencedor era
1 Primer oro en natación para Sudamérica César Cielo conquistó ayer la final de los 50 metros libre de los Juegos de Pekín por delante de dos de los esprinters de moda, los franceses Amaury Leveaux y Alain Bernard, por lo que consiguió el primer oro olímpico de la natación brasileña y sudamericana. A sus 21 años, el nadador se colgó su segunda presea en la capital china, tras el bronce que consiguió hace tres días. 2 Se bate el récord más antiguo de la piscina Han tenido que pasar prácticamente dos décadas para que se mejorara el récord más longevo de la natación. La británica Rebecca Adlington, de 19 años, se colgó ayer el oro en los 800 metros libre y acabó con el mito de la legendaria fondista estadounidense Janet Evans. Adlington paró el crono en 8:14.10 para liquidar la marca de la americana que estaba vigente desde el 20 de agosto de 1989, en Tokio, con 8:16.22. La línea que dirigía hacia el olimpo de Spitz estaba a una centésima, sólo a una centésima. Menos de lo que se tarda en cerrar los ojos, un escasísimo margen de tiempo que ha concedido a Phelps la inmortalidad. Ya puede decir que es el más grande. Obsesionada la Tierra en ver si el marciano de Baltimore era capaz de superar a Mark Spitz, ayer se firmó la gesta más importante del deporte moderno. 16 de agosto de 2008, Cubo de Agua, Pekín. Efeméride para los siglos de los siglos. Gira el mundo entorno a Phelps, que ha acabado con todos los adjetivos del diccionario. Es simplemente único, y en la singularidad está la mayor de las riquezas. Enterró el sueño en 24.04 segundos, lo que tardó en los primeros 50 metros de los 100 mariposa, pero Phelps nunca muere. Giró en séptima plaza y, con una maestría colosal, fue aniquilando contrincantes hasta llegar a los cinco metros finales, en donde nadaba con ventaja el serbio Mirolad Cavic. Entonces se vio la escena de estos Juegos. Una enorme espalda emergió de las profundidades y dio una última palada hacia la plena felicidad, consumada al ver el número 1 y su nombre en la pantalla gigante del recinto asiático, rutina que se ha repetido hasta en siete ocasiones. El nadador estadounidense Michael Phelps dijo ayer en Pekín, sobre la protesta de Serbia que consideró que su nadador Milorad Cavic había ganado la final de los 100 mariposa, que «el marcador dice que yo puse la mano en el muro primero». La Federación Internacional de Natación (FINA) confirmó el resultado de la final de los 100 mariposa, en la que Michael Phelps se impuso al serbio Milorad Cavic, tras la reclamación presentada por el equipo de Serbia. «El sistema dice esto. Yo siempre he oído que no puede haber un error en el sistema de cronometraje. Lo único que puedo decir es que fue una carrera dura y que nadé lo mejor que pude», dijo Phelps que con ésta sumó su séptima medalla olímpica de oro en Pekín e igualó el récord de su compatriota Mark Spitz de 1972. «Yo sabía que no estaba tan detrás de Cavic como en la eliminatoria. Cuando corté la última brazada, pensé que me costaría la carrera. Pero fue justamente lo contrario. Si yo me hubiera deslizado, no habría ido tan lejos. Hice dos rápidas brazadas cortas para intentar llegar y tocar el muro. Al final tome la decisión correcta», explicó. El estadounidense manifestó en una rueda de prensa: «Vi la carrera después en la pantalla gigante y la vi a cámara lenta, imagen a imagen, en la cámara de masaje en el ordenador». Phelps destacó que había ganado por una sola centésima, el margen más estrecho de victoria en la natación, y que tras la carrera no sabía que había una reclamación de los serbios, algo que le sorprendió. Sobre el récord de Mark Spitz, que ayer igualó con siete medallas de oro en unos Juegos Olímpicos, dijo: «Esto demuestra que no importa lo que pongas en tu imaginación, que cualquier cosa puede pasar. Sueña tanto como puedas soñar y cualquier cosa será posible. Algunas personas decían que esto sería imposible y no pasaría. Esto muestra que cualquier cosa puede suceder. Antes de que yo fuera a entrenar con Bob (Bowman, entrenador del equipo de los Estados Unidos) es el único que realmente me ayudó a querer soñar acerca de cualquier cosa», manifestó. «Yo quería ser un atleta profesional, y sí quería ganar medallas olímpicas, pero él es el único que me dijo que soñara, que soñara tanto como pudiera. Finalmente ha ocurrido. El duro trabajo que Bob y yo hemos realizado juntos, nos ha dado sus frutos», señaló. Un periodista le preguntó a Phelps por la palabras de Milorad Cavic cuando afirmó que la derrota del estadounidense beneficiaría al deporte. El americano respondió que esas palabras, esos comentarios, todavía le motivan más. «Sueña tanto como puedas soñar y cualquier cosa será posible» MICHAEL PHELPS Nadador