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La plata, casi asegurada

Mengual y Fuentes se consolidan en la rutina libre, en donde obtuvieron un «10» histórico, y hoy nadan en la final con todo a su favor para ser segundas y lograr otro metal para España

Gemma Mengual y Andrea Fuentes realizan su ejercicio de rutina libre en la preliminar del dúo

Publicado por
Enrique Yunta - pekín
León

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Ha nadado tanto en busca de este metal que Gemma Mengual rompe su voz cuando valora la participación española en la segunda jornada del dúo. El camino hacia la plata no tiene pérdida y sólo una hecatombe, un error descomunal, una desgracia impensable podrá privar a Mengual de cumplir con el mayor reto de su exitosa carrera. La medalla olímpica es suya y subirá al segundo cajón del podio junto a Andrea Fuentes. Gemma se podrá jubilar tranquila. La rutina de los dos primeros días de competición se hace eterna, por momentos aburrida. Son 24 países participantes y hasta el menos entendido puede adivinar quién manda en el mundo de la sincronizada. Rusia, que juega en otra liga, es un regalo para los ojos, un nado de un nivel inalcanzable para el resto. Las Anastasias Davydova y Ermakova se pegan tanto en la piscina que parecen una, compenetradas en cada uno de sus movimientos, tanto que hasta el parpadeo de los ojos lo hacen al mismo tiempo. Con 98,834 pasaron a la final de este miércoles, en donde tienen asegurado el oro. Su ejecución es bellísima y sus apneas conllevan una dificultad altísima. La piscina es suya. Y luego está España, que no llega a lo que ofrecen las rusas pero es mucho más que las japonesas o las chinas, que aspiran al podio gracias a la generosidad de los árbitros. Mengual y Fuentes forman un tándem fantástico y ayer martes, liberadas de la tensión del debut, estuvieron mucho más finas, obteniendo un «10» histórico en la puntuación artística, premio otorgado por el juez de la República Dominicana (98,167 en el cómputo global) que entendió que España había rozado la perfección. «Flama», con música de ópera contemporánea del belga Nicholas Lens, fue un ejercicio casi perfecto, con sólo un par de errores mínimos, pero excelente al fin y al cabo. «Ha habido un diez. Les han puesto uno a las rusas y otro a nosotras».