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Juegos Olímpicos | Pekín 2008 RETROSPECTIVAS OLÍMPICAS (y 6) | JULIO BRAVO DUCAL, leonés y autor de «La Historia de los Juegos Olímpicos. Atenas 1896-Atenas 2004»

Al Führer no le gustaban los Juegos

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León

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1 Craviotto comenta que ayer les llamó el Rey, y que «otras veces, ni Dios» El catalán Saúl Craviotto, campeón olímpico de piragüismo en K-2 500 metros junto al gallego Carlos Pérez Rial, aseguró ayer que espera que este éxito contribuya a una mayor difusión del piragüismo en España, y añadió que hoy recibió muchísimas llamada, entre ellas la del Rey Juan Carlos, mientras que otras veces «no llama ni Dios». 2 China ya es el país vencedor en el medallero China es ya el país vencedor de los Juegos Olímpicos al totalizar en el medallero 49 oros, 15 más que Estados Unidos y con sólo 12 podios por entregar en la última jornada de hoy. ¿POR QUÉ MOTIVO? Hay que recordar, para encontrar una respuesta fiable, que la nominación de Berlín para la organización de la 12.ª Olimpiada se produce en mayo de 1931, durante la República de Weimar, y que es en agosto de 1934 cuando Adolf Hitler se proclama canciller de Alemania, y cabe pensar que no le hiciese mucha gracia -pese a lo que pudiera creerse- tener que responsabilizarse de un acontecimiento que se había concertado sin contar con él. Tuvo que convencerle el más influyente de sus lugartenientes, Goebbels, ministro de Propaganda, de la ocasión de oro que suponía la celebración de los Juegos para dar a conocer al mundo las «excelencias» del Nazismo. Pero lo que menos pudiera imaginarse el dictador, es que hubiera alguien que se atreviera a decirle como tenía que comportarse durante los mismos, aunque no tardaría mucho en comprobarlo. LO HIZO EL PRESIDENTE DEL COI Ya con ocasión de los Juegos de Invierno celebrados en Garmich-Partenkirchen, el conde de Baillet-Latour, sucesor de Coubertin en la presidencia del mismo, no tuvo reparos en decirle a Hitler en la primera reunión que tuvieron: «Ruego que consideréis que sois aquí, como en los Juegos de Berlín, un anfitrión y no un organizador. El organizador lo es el Comité Olímpico Internacional, que velará porque se desarrollen sin propaganda política y según sus principios fundamentales», mientras su acompañante en la entrevista, Ritter von Alt, responsable alemán de la Olimpiada Blanca, palidecía por momentos. Llegado el día de apertura de los Juegos de Verano, Baillet-Latour se atrevió de nuevo a recordar al Führer que debía respetar el protocolo establecido, pronunciando sin más la frase de rigor. «Declaro inaugurados los Juegos de Berlín que celebran la llª Olimpiada de la Era Moderna», cuando el propósito del canciller del III Recih era haber pronunciado un discurso, presuntamente escrito por Goebbels. Nadie hubiera sospechado hasta entonces que tanta valentía procediera de un sexagenario de buenos modales, de hablar pausado y aire aparentemente tímido, pero curtido en los avatares del Olimpismo, miembro del COI desde 1903, fundador del Comité Olímpico Belga y organizador exitoso de los Juegos de Amberes, en plena postguerra. (El 2 de enero de 1942, Henri de Baillet-Latour fallecía de un paro cardiaco, durante el sueño, pocos días después de que se le comunicara que su único hijo perdía la vida combatiendo por Bélgica frente a los nazis)