| Atletismo | Después de los Juegos de Pekín 2008 |
Usain Bolt se hace de oro
El atleta jamaicano ha comenzado a rentabilizar sus tres medallas de oro olímpicas conseguidas en Pekín acompañadas de récords mundiales desde que adquirió su nuevo estatus de gran figura
El atleta jamaicano Usain Bolt ha comenzado a rentabilizar sus tres medallas de oro olímpicas, conseguidas en Pekín acompañadas de sendos récords mundiales, y en solo diez días desde que adquirió su nuevo estatus de gran figura del atletismo mundial ha ingresado más dinero que en toda su carrera anterior. El nuevo rey de la velocidad se ha dado un baño de popularidad en Europa, a su regreso de Pekín, pero su representante ha conseguido, además, elevar su cotización hasta el punto de proporcionarle en pocos días una pequeña fortuna que se calcula en 350.000 euros. El patrón de la Weltklasse de Zúrich, Patrick Magyar, asegura que jamás había visto tanta atención mediática dirigida a un atleta, ni siquiera en los tiempos de Carl Lewis. Bolt consiguió en los Juegos de Pekín las medallas de oro en 100, 200 y 4x100 metros con plusmarcas mundiales de 9.69, 20.30 y 37.10, respectivamente. Las 26.000 entradas para la reunión de Zúrich quedaron agotadas una semana antes de que Bolt se apostara, en el estadio Letzigrund, por primera vez en unos tacos de salida desde su triple explosión pequinesa. La contratación de Bolt se ha encarecido tanto que los organizadores de mítines carecen de presupuesto para enfrentarle a los otros grandes de la velocidad. En Zúrich no estuvieron ni su compatriota Asafa Powell ni Tyson Gay, y este martes, en Lausana, Powell correrá los 100 metros, pero Bolt regresará a los 200. El periplo europeo de Bolt, que le llevará de Zúrich a Lausana y de allí a Bruselas, le rendirá beneficios que alcanzarán los 350.000 euros, según fuentes cercanas a los organizadores. En Zúrich, además del fijo de salida, Bolt ingresó 10.000 dólares como campeón olímpico y otros 16.000 por ganar la carrera de 100 metros. Magyar no quiso publicar las cifras exactas pero aseguró que jamás un atleta había cobrado tanto por competir, ni siquiera Carl Lewis, cuya tarifa ascendía a 100.000 dólares en sus buenos tiempos.