LUCHA LEONESA... Y ALGO MÁS
Flecos veraniegos dispersos (II)
MUCHO nos tememos que vaya a seguir abierta la veda de los homenajes sin ton ni son por los corros, sin venir a cuento (miméticamente «si allí homenajearon no vamos a ser menos aquí») y que acaba por desnaturalizar y desvirtuar el propio concepto y simbolismo del homenaje como tal. Entre tanto, y celebramos «lo recurrente de nuestra recurrencia», muy loable el esfuerzo del diputado de Deportes por desanclar la arcaica y caduca presentación del hasta ahora anclado «aluche de la boina». Por contra en lo competitivo, retroceso más que avance. Se gasta la energía imaginativa en retóricas fatuas, en eufemismos para enmascarar, mientras los corros se atascan y pierden interés semana a semana. Así que menos chascarrillos y florituras literarias y más operativa renovadora, innovadora y modernizadora. También entre tanto venimos siendo recurrentes con lo de que la Federación ha de aproximarse a los clubes y al tiempo mejorar las relaciones de éstos entre sí. Los cismas actuales no pueden perpetuarse. La crisis, en forma de tiranteces y desencuentros, sigue latente y no se pone remedio. Se impone limar asperezas, acercamiento y sumar esfuerzos en la misma dirección: la proyección de futuro de la lucha leonesa. Desde la Federación motivar a los clubes para que organicen sus propias competiciones, sin coartar cuantas iniciativas y montajes organizativos propongan; dándoles cobertura federativa y no obstaculización federativa como ha venido sucediendo. Como testimonio de todo ello, de incomunicación y falta de diálogo fluido (y sin fluir), recurrimos de nuevo a editoriales de la página web del Club Villabalter-Bernesga, como en su día habíamos de recurrir a los de la revista «Al Corro» del Club San Guillermo de Cistierna «(¿) No se trata de convertir esta página en un ataque constante a la gestión de la actual directiva de la Federación, pero no es menos cierto que en lo que llevan al mando de la lucha leonesa relación entre ambas partes ha dejado mucho que desear. Los desencuentros han sido constantes, hasta llegar al punto en que la relación ahora mismo se reduce a lo imprescindible. No podemos apoyar una gestión marcada por los intereses puramente personales y políticos de unos pocos, que dedican muy poco tiempo a la gestión de la lucha y que casi siempre favorecen a los mismos (¿)». En otro orden -de dispersión- a propósito del corro de Riaño del l7 de agosto: «Floja entrada para un coliseo que hace años cerraba sus puertas dejando a muchos espectadores fuera por falta de sitio. Riaño pierde interés año a año para el aficionado, algo que tiene que analizar quien corresponda . Si es que quiere». O sea que laguidece y decae hasta en sus referentes más emblemáticos, por más que se trate de encubrir informativamente -manipular- con eufemismos y desvíos banales sobre la vidilla y el ambientillo¿y las exageraciones de todo tipo. Manipulaciones que degeneran en falacias. En fin, de «el Susi y el Marro»¿que nadie osa desmentir, por cierto. Por cierto y, consecuentemente, por falta de soportes replicadores. Cosas veredes, querido Sancho. La «vidilla del aluche», a lo que agarrarse en este tramo languideciente de la lucha leonesa; lánguidamente -decadentemente- año tras año y sin aplicarle remedios de alcance, y solo remiendos a base de paños calientes para justificarse y salir del paso. Por lo demás, baje Dios y lo vea si es crítica destructiva denunciar públicamente los males y abrir cauces de corrección Al hilo de la actualidad. Bienvenido sea el «Estudio sobre la frecuencia, causas y control de lesiones en la lucha leonesa», presentado recintemente. Llevamos años tras el afrontamiento en serio de la prevención, atención y cobertura integral de lesiones ¿les suena? (Las «mascaduras de los mancaos» en cazurro). Todo lo que se haga por preservar la integridad física del luchador (incluido luchar a las 5 de la tarde en plena canícula) y reducir el riesgo de lesiones, será poco¿ Seguimos en clave de dispersión. Bienvenido también el nuevo nombre, cargado de leonesidad, para el Estadio Reino de León. Y mal que les pese a indignos representantes autonómicos de esa leonesidad, «románticos pesebreros de Castilla». ¡Ay, quien te ha visto Castresana, y quien te ve Castrenferma! Ah, y aunque se nos tilde de presuntuosos oportunistas, vieja reivindicación también de esta columna. P.S. Una última apostilla como continuación a la referencia que hicimos a la ejemplaridad como deportista (calidad humana a nivel de calidad luchística) del admirado y admirable campeonísimo Héctor García, y señalando sus mínimos contactos con este comentarista. Pues bien, añadir un esperanzador encuentro más, sin duda superador de equívocos y malentendidos, sólo que potencial: él sabe que lo tenemos pendiente «para la convocatoria de septiembre».