El Ademar luce sus armas

A lo grande. Así fue la presentación oficial del Reale Ademar de la temporada 2008-2009, que tuvo lugar en El Corte Inglés. Centenares de aficionados y curiosos abarrotaron la carpa habilitada para el evento con la intención de disfrutar de la exposición de trofeos, así como de poder ver a los Castresana, Sarmiento y compañía luciendo las equipaciones de esta campaña. Nadie quiso perderse el acto, que comenzó con las palabras del director de El Corte Inglés Manuel Orellana, quien auguró éxitos importantes a un proyecto del cual no podían «permanecer ajenos». Juan Arias, presidente del Ademar, quiso agradecer el esfuerzo de la empresa, así como del resto de patrocinadores, firmas deportivas e instituciones, de cara al despegue del nuevo proyecto deportivo ademarista: «Estoy seguro de que con el respaldo de empresas, patrocinadores e instituciones seremos capaces de mantener un proyecto deportivo ilusionante», comentó el máximo mandatario del club, que quiso agradecer a la afición, «sin duda el mayor activo del club», el respaldo con el que cada partido premian a una plantilla que espera corresponder con éxitos deportivos. El público brindó un sentido aplauso al ex jugador ademarista, que se quedó corto cuando, tras las palabras del representante en el acto de Reale Seguros, apareció en escena el entrenador Jordi Ribera. El técnico trató sin éxito de comenzar su discurso hasta tres veces, acallado siempre por la fuerte ovación con la que el público le quiso agradacer un fantástico año deportivo en el que muchos temían no olvidar a Manolo Cadenas y fueron muy pocos los momentos en los que hizo falta ponerse a recordar. Empezó Ribera precisamente por la campaña pasada, de la cual señaló que «la comunión entre la afición y el equipo permitió una temporada exitosa», pero no quiso quedarse saboreando mieles pasadas, ya que afirmó que «el recuerdo debe servir para reforzar el presente, en el que el Ademar debe avanzar con paso firme». El técnico señaló el «reto» que supone afrontar una nueva temporada con un equipo renovado, para lo cual quiso otorgar un plus de responsabilidad a «la vieja guardia -en referencia a todos los que no son nuevos-, la cual tendrá una doble misión: por un lado, mantener el gran nivel del año pasado; y, por otro, inculcar a los nuevos jugadores los valores que han llevado a este club donde está», tarea esta última que encomendó con especial énfasis a los capitanes Julen Aguinagalde y Héctor Castresana, así como a los jóvenes de la cantera. Con la promesa de «trabajar día y noche para hacer un equipo campeón», Ribera se despidió con un Ademar, ¡a luchar!, que se erige como lema que reúne la filosofía y valores del club y el método de trabajo del catalán. Tras Ribera tomó la palabra Leo Pereira, responsable de la nueva firma deportiva del Ademar, Kukri, multinacional británica especializada en deportes sajones que ha ampliado su mercado a España y que ha puesto sus ojos en el club leonés, sabedor de que llevará el nombre de la firma deportiva por toda Europa. Rápidamente dejó paso a la presentación de todas las equipaciones deportivas, que contó con unos modelos inmejorables para la ocasión (los jugadores), y que dio mucho de sí.