Faena de aliño del Madrid (2-0)

C on la ley del mínimo esfuerzo, un juego ramplón y ante una afición con síntomas de malestar, el Madrid solventó el trámite ante los amigos del Bate Borisov. A la espera de medirse a rivales de más cuajo y tradición, como la Juve y el Zenith, los de Schuster iniciaron con suma calma el sueño de la 'décima'. Un choque sin historia resuelto con los goles de Sergio Ramos, tras una acción de estrategia, y Van Nistelrooy, de carambola. Raúl estuvo romo y Gago se retiró lesionado. Otra víctima de los largos viajes y el virus Fifa. Con un presupuesto casi cuatrocientas veces menor que el del Real Madrid, era lógico que los bielorrusos salieran derrotados de antemano, dispuestos a firmar una rendición sin sangre. El turismo, las compras y ver desde dentro el majestuoso Bernabéu, ya eran suficientes alicientes para los debutantes de la 'Champions'. Por no dar, los chicarrones del Este no pegaron ni patadas a un conjunto blanco que en apenas cinco minutos ya había dispuesto de tres ocasiones. Dos faltas a destiempo en todo el partido, ambas del inocente lateral Kagush, y el trencilla luxemburgués le expulsó. Ni un Segunda B ofrecía tan poca resistencia como el Bate. Sobre todo Robben, entraba cuando y como quería. Pero estaban tan sobrados los de Schuster que no definían. Tuvieron que adelantarse de estrategia. Un córner hacia atrás, un gran pase de Guti a Sergio Ramos y un remate certero del sevillano que se tragó el portero. A las primeras de cambio y ante un ¿enemigo? tan humilde, quizá sobraba celebrarlo lanzándose de rodillas al césped. Sólo es un gesto, pero los futbolistas también quedan marcados por ese tipo de acciones. Es cuestión de gustos, de cuna, de escuela, pero de ahí derivan luego las simpatías o antipatías. Gago, roto Tanto flojeaban los bielorrusos que al Madrid le entró sueño. La película de siempre. Cuando uno se siente tan superior, observa que el rival no da tres pases seguidos y en cuanto puede dispara a puerta, aunque sea desde el centro del campo, es inevitable relajarse. Y se cumplió otra norma no escrita. Basta que no fuerces para que te lesiones. Y Gago, que disfrutaba de sus primeros minutos de la temporada, se tuvo que retirar con molestias musculares. Si hay rotura, estará entre tres y cuatro semanas de baja. Como Forlán. El precio quizá de cruzar el charco. El público también se aburría y al descanso despidió a sus jugadores con pequeños abucheos. Exigía algo más de entusiasmo. A falta de partido, en las tripas de Chamartín se debatía, por ejemplo, si era justa la titularidad de Raúl después de que Higuaín fuera de los mejores ante el Numancia. Pero el '7' es el '7' y la 'Champions' mucha 'Champions'. Demasiada para mandar al banquillo a un símbolo, al máximo goleador en la historia del torneo con 61 tantos. Alertado por su gente, el Madrid pegó un pequeño acelerón en la reanudación. Y en una acción de carambola, Van Nistelrooy marcó su gol 58 en Copa de Europa, se acercó en los guarismos a Raúl y evitó cualquier atisbo de incertidumbre. Con todo resuelto y los bielorrusos ya en inferiori dad numérica, Schuster optó por dar descanso a Robben y Guti, dos hombres con difícil recambios.