El gallego se queda sin cobrar por los logros de Cervera, como era su pretensión

Otra de las pretensiones de Abelleira estaban fijadas en percibir durante los dos próximos años el dinero correspondiente a los logros que consiguiera el actual técnico, Álvaro Cervera. Lo que se denomina en términos jurídicos el «lucro cesante». Como en su contrato había una serie de cláusulas relativas a las cantidades que percibiría por los objetivos a conseguir durante las dos próximas temporadas, Milo Abelleira exigió el pago de dichas cantidades, aun sabiendo que su triste paso por la Cultural había tocado a su fin. Se refugió en dichos puntos contractuales para pedir el dinero que, en caso de llegar a esos objetivos, lograría el actual entrenador Álvaro Cervera. Y después, el gallego expresó en público, sin rubor, que nunca quiso llegar a esta situación. Un día antes del pleito, que finalmente no se celebró, arremetió incluso contra el Magistrado: «¡Ya tienen el Juez que querían!». Menos mal, que no deseaba llegar a esta situación. Mientras, el Juez actuó como gran profesional. Con justicia, que es de lo que se trata. Hizo ver al ex entrenador de la relatividad de su petición. Abelleira calló y cogió los euros, 90.000 en concreto, aunque amenaza con volver a la carga si la Cultural no paga en los plazos previstos. Es más, abrió la posibilidad de demandar al club leonés si no percibe hasta el último euro del año pasado. «Nunca he querido llegar a esta situación ni perjudicar a la Cultural», dijo.