El Ademar inicia con paso firme el camino europeo (25-21)

El Reale Ademar también da la talla en Europa. El equipo crece como grupo a cada encuentro que disputa y ayer lo demostró en su debut en la Liga de Campeones con un triunfo incontestable ante el Montpellier, campeón francés. El resultado es incluso engañoso porque esa diferencia final de cuatro tantos no refleja el control del Ademar del choque durante los sesenta minutos. A falta de escasamente cinco minutos para acabar el partido, los de Ribera ganaban por siete pero las continuas exclusiones que sufrieron permitieron a los franceses hacer un parcial de 0-3 y maquillar el resultado. Respecto al encuentro, los primeros cinco minutos del partido estuvieron protagonizado por la agresividad en defensa. A la dura 6-0 planteada por el técnico galo Canayer, Ribera respondió con otra agresiva 6-0 con un contundente bloque central con Carou y Aginagalde convertidos en un muro de hormigón armado. El empate a dos tantos en ese tiemo refleja a las claras el dominio de las defensas. Pero el acierto de un inspirado Alilovic permitió a los leoneses abrir una primera brecha de 5-2. Brecha que llegó a 6-3 en el minuto quince con dos penaltis parados por el internacional croata. Y cuando la portería transmite seguridad la defensa se crece. En 19 minutos de juego el Montpellier sólo fue capaz de perforar en cuatro ocasiones la meta leonesa. El ataque ademarista no es que fuese un ciclón arrollador pero a esas alturas de la película doblaba a los galos en el marcador. Y lo bueno es que aunque el luminoso se manejaba en distancias cortas los franceses no daban la sensación de ser capaces de cambiar el guión del partido. El tunecimo Hmam ni estaba ni se le esperaba. El Reale Ademar volvió a ser ayer un equipo muy serio. Un grupo sólido y con recursos donde cada uno sabe cual es su función. Viendo que el Ademar se escapaba, Canayer ordenó una defensa profunda 5-1 con Guigou convertido en la sombra de Sarmiento. Pero los leoneses estaban decididos a que nada empañase su debut europeo. Y al descanso se fueron con un claro 14-8 en el marcador. Si un equipo sólo hace ocho goles en treinta minutos lo tendrá crudo para ganar sea en el escenario que sea. El segundo tiempo arrancó con el Montpellier más enchufado -dos goles seguidos- pero dos latigazos de Bicanic fueron la mejor réplica para enfriarles los ánimos. Con todo, el Montpellier apeló al orgullo y empezó a dejar ver sus hechuras de equipo grande. Pero el zapato del Ademar seguía pegado al acelerador, Alilovic seguro atrás, Bicanic con el punto de mira afinado y Carou multiplicándose en defensa tiraban del carro. 20-15 en el minuto quince reflejaba el marcador. Pasan los minutos y la renta del Ademar se estabiliza entre los cuatro y los seis goles. Y en el minuto 22 el Montpellier pierde al pivote Tej por tres exclusiones. Buntic marca. Los franceses empiezan a descomponerse. 23-17 en el marcador. Alilovic le saca un balón increíble a Bojinovic y en el ataque siguiente Bicanic fusila a Karaboue. Siete arriba, máxima renta. Parcial de cuatro a dos. El Montpellier se agarra al acierto de un renacido Guigou pero ya es tarde aunque en los últimos minutos hace un parcial de 0-3 gracias a las continuas exclusiones que sufre el Ademar. Objetivo cumplido: debut y victoria. A falta de cinco minutos para el final, el Montpellier tenía unos pírricos 18 goles en su casillero y el Ademar sumaba 25. Parecía que el partido se iba a romper aún más pero las continuas exclusiones acabaron descentrando a los de Jordi Ribera.